El papa Francisco se reunió este martes con los obispos y los religiosos de Timor Oriental, y les pidió que “amen la pobreza”, reporta la agencia EFE.
En el viaje más largo de sus 11 años de pontificado, el papa visitó este país asiático, considerado el más católico del mundo después del Vaticano, que había sido visitado por el sumo pontífice Juan Pablo II hacía 35 años.
Timor Oriental es uno de los países más pobres del mundo, ya que el 42 % de su población (de 1,3 millones de personas) vive por debajo de la línea de la pobreza. “Para nosotros que venga es un signo, como una manera de decir que la Iglesia es de los pobres y para los pobres, y que venga a un país entre los más pobres, esto nos mueve a estar más cerca de ellos”, dijo María Cecilia Andereggen, la única misionera argentina en el país.
Sin embargo, la visita del papa desató críticas por el discurso que dirigió a los religiosos que acudieron a la catedral de María Inmaculada de la capital para reunirse con él. Con sus palabras, los instó a que no se dejen llevar por “la tentación de la soberbia y del poder”, al tiempo que les agradeció por “estar en los confines” del mundo. “Amen la pobreza como a su esposa, el ejemplo tiene que ser el cura pobre“, añadió el sumo pontífice, apelando a quienes, según Andereggen, llevaban varias horas esperándolo.
Asimismo, Francisco les recordó que el propio Evangelio “está poblado de personas que se hallan en los márgenes, en los confines, pero que son convocados por Jesús y se vuelven protagonistas de la esperanza”.
El santo padre completó sus visitas a Indonesia, Papúa Nueva Guinea y Timor Oriental, pero aún le queda por visitar Singapur.