Este municipio de Azua tiene potencial para desarrollar el turismo de montaña, pero se requiere mejoría en las vías de acceso
Guayabal, Azua, RD.- Las aguas termales, ricas en componentes minerales que ayudan al control de las hormonas y al sistema nervioso, son un atractivo turístico en la provincia de Azua, especialmente en la zona de Guayabal.
El uso terapéutico en baños es buscado para inhalaciones, irrigaciones y aprovechamiento de su contenido de azufre, dióxido de carbono, calcio, magnesio y otros minerales.
Las fuentes más conocidas de ese tipo de agua y con accesos menos complicados son las de Guayabal, Ranchería, Hatillo y Las Tinitas en Peralta. Además, la provincia cuenta con aguas azufradas en Galindo y Magüeyal.
El alcalde de Guayabal, Fernando Meléndez, aseguró que las aguas termales de La Tina han acaparado la atención de los turistas que visitan la zona, pero se debe acondicionar el lugar para explotarlo como destino turístico.
Esas aguas están siendo intervenidas por el Sistema Geológico Nacional (SGN), debido a sus propiedades curativas, además se busca la explotación de su calor para la producción de energía eléctrica.
“Esa tina fue hecha por los moradores de la zona, pero el lugar necesita ser adecuado para recibir a los turistas, a quienes les encanta esa agua, porque puede usarse para el tratamiento de afecciones de la piel y ofrecen una experiencia sin igual”, dijo.
El municipio cuenta con otros balnearios como el Salto del Cachón, que es una afluente que está en la parte sur, después de cruzar el río Las Cuevas, el arroyo El Corozo, La Cañada, el Arroyo Ventura, Cañada de la Guama, Pola Güira y Arroyo Prieto.
Según el alcalde, esos afluentes son potenciales para el turismo de montaña, ya que el trayecto permite contemplar los bosques a una altura de hasta 1,700 metros sobre el nivel del mar, los cuales poseen especies como pino, ébano y otras variedades.
En la parte del turismo cultural, en Guayabal hay piedras con algunos escritos de las costumbres indígenas que pueden ser usadas para desarrollar ese tipo de actividad turística.
“Con esas piedras los indígenas hicieron una ruta para saber por dónde dirigirse en caso de que el río creciera debido a las lluvias y hay otras imágenes que hablan acerca de su cultura”, añadió.
Durante la Semana Santa, el lugar es visitado por más de 5,000 personas que buscan disfrutar de los ríos y los atractivos turísticos de Guayabal.
Producción agrícola
La producción agrícola de la zona es diversificada, con más de 500 productores dedicados a la siembra de aguacate, limón, café, gandul, habichuela, zanahorias, remolacha, repollo, brócoli, coliflor, papa, maíz y otros cultivos.
Algunos productores han conectado la parte agrícola con el turismo, realizando visitas guiadas de forma gratuita para que las personas puedan conocer el proceso de la siembra y la cosecha.
De acuerdo con Meléndez, ese tipo de experiencia tendrá un auge muy importante en los próximos años.
“Porque los turistas ya se cansaron de los resorts y han decidido caminar en la parte alta de las montañas y conocer cómo se cultivan los productos que ellos consumen”, agregó.
El aguacate es el cultivo principal de la zona con una producción alta en variedades como el hass, popenoe, príncipe negro, semil, carla, cristino, lula, entre otros.
El hass es el que más mercado tiene en el mundo, por lo que más de 200 productores lo cultivan en 21,000 tareas.
Sin embargo, el municipio aún no está registrado en el Ministerio de Agricultura como productor de aguacate, debido a que en Padre las Casas y San Cristóbal es donde se comercializa más la fruta.
El alcalde especificó que los productores están trabajando en registrar a Guayabal como productor de aguacates y en crear una empacadora donde puedan producir bienes para exportar.
“Una vez estén registrados, podrán presentar una propuesta al Gobierno donde se cuantifique la producción de aguacates, para que se realicen las inversiones necesarias y se pueda exportar el producto”, resaltó.