El gobernador del Banco Central valora gestión de la deuda pública.
Santo Domingo, RD.-Los gobiernos de Centroamérica y República Dominicana tienen el imperativo de continuar por la senda de la consolidación y fiscal y endeudamiento sostenible, pues será lo que el tiempo ayudará a alcanzar el deseado grado de inversión.
Así lo firmó el gobernador del Banco Central (BCRD), Héctor Valdez Albizu, en el marco de un discurso en la apertura del seminario “Deuda Soberana Regional: Hacia el Grado de Inversión”. La actividad se lleva a cabo gracias a las secretarías del consejo de ministros de Hacienda o Finanzas de Centroamérica, Panamá y República Dominicana (Secosefin) y del Consejo Monetario Centro Americano (SECMCA), con el Apoyo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Valoró los resultados logrados por Panamá, el único país de la región con calificación soberana. A su entender, este caso debe verse como un modelo de éxito en la región en términos de calificación crediticia. Expresó que no tiene dudas de que es una experiencia valiosa de la cual aprenderán los países de la región.
En el caso de República Dominicana, destacó el trabajo del Ministerio de Hacienda en el manejo de la deuda, en coordinación con el Banco Central, ya que ese esfuerzo se ha traducido en reconocimientos tangibles por parte de entidades internacionales de renombre.
Valdez Albizu resaltó que la consolidación la estrategia fiscal y monetaria del país ha sido respaldada por agencias calificadoras, como es el caso de Standard & Poor’s, que elevó la calificación crediticia a BB en 2022. “Como resultado, nuestro nivel de riesgo país, representado por el Índice de Bonos de los Mercados Emergentes (EMBI, siglas en inglés), se ha reducido, colocándose en 322 puntos básicos al 29 de agosto de 2023, por debajo del promedio de América Latina de 389 puntos básicos”, sostuvo.
Sostuvo que alcanzar el grado de inversión permitirá adquirir financiamientos a tasas de interés más competitivas y garantizar la financiación adecuada de proyectos de desarrollo en los países de la región.
Entiende que esta calificación crediticia es fundamental para la atracción de inversión extranjera directa, lo cual se traduce en la creación de nuevas empresas, empleos y transferencia tecnológica. A su entender, estos factores que repercuten en la reducción de la pobreza y el incremento del ingreso per cápita, como muestran los países que han alcanzado esta calificación.