La situación en torno a la planta “se vuelve cada vez más peligrosa”, advirtió el Ministerio de Asuntos Exteriores del país euroasiático.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, comentó este lunes los recientes ataques perpetrados por las Fuerzas Armadas de Ucrania contra la central nuclear de Zaporozhie y advirtió que la situación en torno a la planta “se vuelve cada vez más peligrosa”.
La vocera indicó que solo gracias a las acciones de los empleados de la central y de los militares rusos que garantizan la protección de la instalación fue posible evitar un desastre.
En ese contexto, Zajárova señaló que, apuntando su artillería contra los reactores activos y el almacén de combustible usado, “los ucranianos están apuntándose a sí mismos”.
“Asesinatos desde una esquina y al amparo de la noche es el ‘modus operandi’ característico, por no decir la esencia, de los seguidores de la ideología de [el colaborador nazi Stepán] Bandera, lo que se sabe ya desde tiempos de la Gran Guerra Patria. Pero ahora eligieron como objetivo no solo a los pueblos de Rusia y Ucrania. Toman de hecho como rehén a toda Europa“, afirmó la portavoz.
Las autoridades de la ciudad de Energodar denunciaron el pasado domingo que militares ucranianos lanzaron la noche del sábado un nuevo ataque contra la central nuclear de Zaporozhie. En concreto, precisaron que el ataque se llevo a cabo con un proyectil de racimo de 220 mm del sistema de lanzacohetes múltiple Uragán, cuyos elementos de metralla impactaron contra la zona donde se almacena el combustible nuclear usado, al tiempo que dañaron un puesto automotizado de control radiológico. Asimismo, fueron dañadas estructuras administrativas y el territorio colindante al depósito del combustible.
“Es importante señalar que no hay más de 400 metros de distancia entre el lugar de impacto de las ojivas de metralla y el propio motor del cohete hasta la unidad de potencia activa”, detallaron las autoridades.
Un riesgo “muy real”
El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, declaró el pasado sábado que la institución está “extremadamente preocupada” por los ataques registrados cerca de la central, al tiempo que advirtió que el riesgo de una posible catástrofe nuclear es “muy real“.
Grossi llamó a las partes del conflicto a ejercer la máxima moderación en las proximidades de esta importante instalación nuclear y condenó cualquier acto violento llevado a cabo en la central, en sus alrededores o contra su personal.
El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, declaró este lunes que ataques, realizados por las Fuerzas Armadas de Ucrania contra la central nuclear de Zaporozhie, amenazan con “consecuencias catastróficas para un vasto territorio”, incluida Europa.
El vocero afirmó que las ofensivas contra la instalación son “una actividad potencial y extremadamente peligrosa”, mientras expresó la esperanza de que los países que disponen de “la influencia absoluta sobre el liderazgo ucraniano” la usen para excluir este tipo de ataques.