Santo Domingo, RD.- La bachata se consagró. A 57 años de sacar su cédula de identidad dominicana el ritmo fue inscrito ayer miércoles en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El alto honor le llega luego de pasar por un proceso agridulce de discriminación social, letras vulgares en una etapa, aceptación final de la clase media en otra, la incursión de artistas de otros géneros como Juan Luis Guerra y hasta llegar a los tiempos actuales en los que exponentes como Romeo Santos fusionaron el sonido tradicional con otros elementos musicales asimilados por las nuevas generaciones para darle otra dimensión.
El XIV Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, reunido en Bogotá, decidió inscribir a ese ritmo en su lista porque considera que “la música y el baile de la bachata son expresiones culturales nativas siempre presentes en las celebraciones de las comunidades o en reuniones sociales”.
“Por regla general, las letras de la bachata expresan sentimientos profundos y viscerales de amor, pasión y nostalgia. El vocablo ‘bachata’ se supone que es de origen africano y en un principio no se usaba para designar un género musical específico, sino más bien una reunión o fiesta animada”, detalló la Unesco.
Este género -surgido de la fusión del bolero con otros ritmos afroantillanos como el son cubano, el chachachá y el merengue- necesita para su interpretación de un grupo con una o dos guitarras, un contrabajo y un conjunto de instrumentos de percusión que incluye bongos, maracas y güiro.
“El ritmo musical de la bachata tiene un compás de cuatro tiempos y uno de los músicos es el que suele actuar como cantante principal. La danza de la bachata es tan apasionada como su música. Basada en un ritmo de ocho compases, se baila en pareja con movimientos sensuales de las caderas”, añadió la Unesco.
El padre
Se atribuye a José Manuel Calderón la paternidad del ritmo autóctono al grabar el 30 de mayo de 1962 el tema “Condena”.
Calderón lo recuerda de esta manera: “Esa canción me la enseñó un vecino en Villa Juana, en la calle Moca número 41. Me la aprendí, y lo hacíamos los fines de semana. Yo tenía como 17 años. Grabé a los 20 años de edad”.
Entre sus representantes más populares figuran Luis Segura, Leonardo Paniagua, Juan Luis Guerra, Anthony Santos, Luis Vargas, Frank Reyes, Raulín Rodríguez, Yóskar Sarante, Ramón Torres, Zacarías Ferreira, Elvis Martínez Romeo Santos y muchos más. “El baile (de la bachata) se empieza a aprender espontáneamente por doquier desde la infancia, pero el país (República Dominicana) cuenta también con más de cien academias, estudios y escuelas dedicadas a transmitirlo a las nuevas generaciones”, sostuvo el organismo.
Reacciones
El ministro de Cultura, Eduardo Selman, dijo que República Dominicana se siente regocijada por la decisión de la Unesco. “Es un acontecimiento que habrá de reforzar la identidad del pueblo dominicano en el mundo, que está jubiloso con esa decisión”, expresó Selman.
El ministro de Cultura expresó que es el momento de reconocer la creatividad del músico dominicano, que en décadas ha desarrollado los perfiles de una manifestación musical que es hoy parte de la identidad sonora del dominicano en el mundo.
Igual, Selman felicitó al pueblo dominicano, que creó un estilo único de cómo debía bailarse la bachata, cargado de entusiasmo y sensualidad, contagiando a millones de personas.
El cantautor Juan Luis Guerra, desde su cama de recuperación tras una intervención cardiovascular, publicó que estaba celebrando. Elvis Martínez hizo lo mismo.
También Joe Veras: “Es una gran noticia, me engranojé, estoy feliz”.
Para el Mayimbe, Anthony Santos, el país está de fiesta: “La bachata tiene título mundial a nombre de República Dominicana. Me siento más que orgulloso que nuestro país haya logrado este gran privilegio y felicito a todos y a cada uno de los exponentes de este género que ha marcado nuestras raíces y nuestra cultura caribeña, el cual ahora ha tatuado el planeta de forma inmortal con esta declaración”.
POR DENTRO
Personalidad. Por este logro una especial mención merece el embajador de República Dominicana ante la UNESCO, José Antonio Rodríguez, quien impulsó la iniciativa y le dio seguimiento hasta el final.
Presencia. Rodríguez llegó el domingo a Bogotá, Colombia, para participar en la jornada de evaluación, donde se discutió la propuesta de convertir la bachata en patrimonio.
Fuente: Listín Diario