Por Agencia EFE
La inflación en España volvió a dispararse en febrero hasta máximos históricos y se situó en el 7.4 % respecto al mismo mes del año anterior, 1.3 puntos por encima de la tasa registrada en enero (6.1 %), y un récord desde julio de 1989.
Según datos adelantados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el índice de precios de consumo (IPC) refleja que se produjo un encarecimiento generalizado de la mayoría de productos, aunque fue especialmente pronunciado en alimentos y bebidas no alcohólicas y en carburantes y combustibles (entre ellos, la gasolina).
También contribuyó el precio de la electricidad, que disminuyó “pero menos que en febrero de 2021”.
Las cifras apuntan a que la inflación recupera su tendencia alcista después de que en enero se registró la primera caída interanual del IPC en comparación con el mes anterior desde febrero de 2021.
Desde hace justo un año, cuando la tasa se situó en el 0.0 %, el indicador fue subiendo de forma casi ininterrumpida, del 1.3 % en marzo al 5.5 % en noviembre y, finalmente, al 6.5 % en diciembre.
Además, la inflación subyacente, que no incluye ni alimentos frescos ni energía, registró un repunte de seis décimas en febrero, hasta colocarse en el 3 %, la más alta desde septiembre de 2008.
Por su parte, en tasa mensual los precios se incrementaron en un 0.6 % respecto a enero, lo que equivale al mayor repunte en 30 años.
El Índice de Precios de Consumo Armonizado (el IPCA, que permite hacer comparaciones con otros países europeos) alcanzó en tasa interanual el 7.5 % en febrero, más de un punto por encima del dato del mes anterior, y en tasa mensual se situó en el 0.7 %.