La cantante española expone su arte y música en la que demuestra que no tiene miedo a experimentar y romper barreras.
Laia Mataix Gómez/EFE
Bogotá.-El fenómeno Rosalía sigue a toda velocidad y sin frenos con su gira mundial y, tras visitar varias ciudades latinoamericanas, le tocó el turno a Bogotá, que se dejó seducir por una motomami que subió al escenario su arte y música en la que demuestra que no tiene miedo a experimentar y romper barreras.
Le valió además para deleitarse con los pandebonos colombianos encima del escenario.
“Tengo una pequeña confesión”, arrancaba la mundialmente reconocida artista española. “Esto es algo que nunca he explicado, nunca hasta ahora, y es que mi primer amor era colombiano”, continuó ante un abarrotado coliseo que estalló ante la confesión de la catalana.
“Yo creo que se arrepiente” de no haber seguido la relación, dijo entre risas.
Las canciones del nuevo álbum se mezclaron con los éxitos que la española ha cosechado a lo largo de su carrera en un show en el que ni una de las palabras de su obra no fue cantada a todo pulmón por el abarrotado Movistar Arena de la capital colombiana.
La cantante española aterrizó en Bogotá para dar su primer concierto en Colombia tras visitar México, donde arrancó su Motomami Tour por Latinoamérica, que también la ha llevado ya a Argentina y Chile.
Aprovechando la ocasión presentó un nuevo tema, que probablemente publicará la semana que viene.
Rosalía no escatimó en referencias, como acostumbra a los fans de los países que visita, y en uno de los momentos más emocionantes del show contó como una amiga colombiana le enseñó a hacer pandebono, un amasijo típico colombiano, durante el proceso de creación de su álbum Motomami.
“Me daba como un calorcito en el pecho cuando lo cocinaba”, recordó cándidamente para deleite de los asistentes. Su confesión, además, le valió una bolsa llenos de pandebonos que no dudó en probar encima del escenario.
“Bogotá, tú eres fuego”
Entre éxito y éxito de su aclamado nuevo disco Motomami y de sus anteriores trabajos discográficos, sacó un poncho con la bandera colombiana, que se colocó como pudo en la cabeza para leer algunos de los mensajes que los fans trajeron al concierto.
“Rosy, siempre pienso en tu mirá”, rezaba uno de ellos, mientras que otro la advertía: “Rosy seré despedido si vuelvo sin foto contigo”, tras lo que se tomó una foto con él para asegurar su puesto de trabajo y de paso pedirle un aumento a su jefa.
Recordando a su amiga, que le insistía en que tenía que visitar el país cafetero, confesó con ilusión: “Ahora lo entiendo” . “Madre mía la energía que tienen esta noche, quiero de corazón devolveros todo ese cariño que tenéis con canciones”, agregó la cantante, que no escatimó en derrochar talento sobre el escenario.
“Bogotá tu tienes fuego”, en palabras de la polifacética artista, quien recibió también de los fans una camiseta de Shakira, de quien dijo es una “referencia”.
Uno de los momentos más esperados de sus seguidores en los conciertos es cuando sube al escenario a uno de ellos para recitar su viral “abecedario”. La cantante no tuvo dudas y le pidió autor de la pancarta “en Colombia, una motomami sube a un moto papi al escenario” que le acompañara a pasar lección.
En esta ocasion, la “clase” incluyó dos nuevos apartados: la C de chimba y la P de parce, dos términos muy colombianos, a pesar de que el público vino de todas partes: Perú, El Salvador Panamá o México, entre otros países.
El cohete al que va subido Rosalía no da signos de frenar o parar y continuará su gira mundial consolidándose como una de las más importantes del panorama español y mundial.