Asimismo, los síntomas de la desnutrición aguda grave ya se registran en el 47% de las mujeres embarazadas.
El hambre golpea cada vez con más fuerza la región etíope de Tigray, devastada por la reciente invasión de las tropas federales y eritreas, señaló este viernes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Según estimaciones de los especialistas, más de 100.000 niños podrían sufrir desnutrición aguda grave potencialmente mortal en los próximos 12 meses. Asimismo, el 47% de las mujeres embarazadas está en la misma situación.
La declaración se produce tres días después de que el jefe del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley, alertara que las existencias de la ayuda alimenticia en Tigray se acabarían este viernes.
“Se necesitan 100 camiones por día para llegar a todos los que queremos alimentar. 170 camiones que se dirigían a Tigray con alimentos y otros suministros están atascados en este momento en Afar y no pueden salir. Estos camiones deben poder moverse ahora. La gente se muere de hambre”, tuiteó el funcionario.
Pese al desesperado llamamiento, este viernes en los almacenes de UNICEF en la región aún quedaban alimentos terapéuticos suficientes para el tratamiento por desnutrición severa, pero solo para atender a 6.900 niños.
“Necesitamos acceso sin restricciones a Tigray y toda la región, para poder brindar el apoyo que los niños y las mujeres necesitan con urgencia”, resaltaron desde UNICEF.
Guerra de Tigray
El pasado mes de noviembre en el norte del país africano estallaron los enfrentamientos bélicos entre el Gobierno central de Etiopía, respaldado por las Fuerzas de Defensa de Eritrea, y las Fuerzas de Defensa de Tigray (FDT), integradas por las Fuerzas Especiales del gobierno regional de Tigray y miembros de partidos políticos como el Frente de Liberación Popular de Tigray (FLPT), entre otros. El conflicto provocó miles de muertes entre los civiles.
Debido al apagón informativo a causa de la desconexión del servicio telefónico, la zona permaneció aislada durante semanas. Los periodistas tenían prohibida la entrada a la región, por lo que las noticias tardaron semanas e incluso meses en difundirse. Es por eso que solo en febrero se confirmó la matanza de al menos 800 personas en Axum, la ciudad más sagrada de Etiopía, donde la población local cree que se encuentra el Arca de la Alianza.
A finales de marzo, la ONU reportó más de 500 casos denunciados de violación sexual en la zona. En respuesta, Ahmed reconoció que se estuvieron “cometiendo atrocidades al violar a mujeres”, y prometió que los responsables serían castigados. En mayo, el patriarca de la Iglesia ortodoxa etíope, Abune Matías, denunció un “genocidio” en la región.
A finales de junio, las tropas del FLPT volvieron a controlar Mekele. Previamente, se informó que todas las tropas etíopes y eritreas estacionadas en la capital regional, así como las del gobierno interino de Tigray, salieron del área.