El dinamismo de los primeros meses del año indica que la política expansiva ha sido exitosa
Santo Domingo, RD.- En su reunión de política monetaria de agosto de 2020, cuando la economía aún no daba señales de salir de terreno negativo por los efectos de la pandemia, las autoridades del Banco Central dieron a conocer una noticia sin precedentes en la historia económica dominicana: una reducción de la tasa de referencia a 3.00% anual. Ya en marzo, cuando se declaró el estado de emergencia por el covid-19, la habían bajado desde 4.50% a 3.50%, es decir, le quitaron 100 puntos básicos de un solo golpe. Era el preludio de lo que más adelante se demostró en el terreno.
La tasa de interés, a juzgar por los resultados que hoy muestra la economía dominicana, ha sido clave en este proceso, al revertir un escenario que se presentaba con números muy diferentes. En 2020 la economía dominicana finalizó con un crecimiento negativo de un -6.7%, que significó alrededor de US$10,000 millones menos respecto a 2019.
A partir de ahí la historia es conocida. Todas las economías reaccionaron en similares términos. Implementar una política monetaria expansiva fue la fórmula más expedita para enfrentar el frenazo económico tras al cierre de las actividades productivas. Sólo había dos prioridades: evitar la propagación del virus y el colapso económico.
La política monetaria expansiva, en lo que respecta a las economías centroamericanas, se comenzó a sentir en marzo de 2020 con una reacción colectiva de los bancos centrales de la región. Todos bajaron drásticamente su tasa de referencia. Costa Rica, que la ha mantenido en un 0.75% desde mayo de 2020, es el nivel más bajo en la región, seguida por Guatemala que en este período no la ha movido de 1.75%. República Dominicana y Honduras, con una tasa de 3.00% anual, están en el tercer lugar con los tipos de interés más bajos. Nicaragua ha sido más reacia a bajarla, pero la tiene en 3.5%, pues aun siendo baja es la más alta en la región.
El golpe del covid a la economía se sintió en el mismo marzo cuando en ese mes el producto interno bruto (PIB) se contrajo un -9.4% y cayendo al nivel histórico (interanual) de -29.8% en abril. De ahí en adelante, el resto del año transitó en rojo, incluyendo enero de 2021. Fue en febrero cuando la economía retomó las cifras positivas al crecer 1.1% y luego un 10.6% en marzo.
El mercado de capital también tuvo que enfrentar otro reto: liquidez en demasía y una caída en la demanda de créditos, contexto que fue aprovechado por algunos países para renegociar su deuda con los tenedores de bonos. Otra vez la tasa de interés aportaba su granito de arena. De hecho, aprovechando el escenario, el Gobierno canceló en diciembre de 2020 US$427 millones de deuda con vencimiento en el 2021, concluyendo así su primera operación de manejo de pasivos en los mercados internacionales. Además, la emisión realizada en enero por un monto estimado US$2.5 mil millones cubre casi la mitad de las necesidades de financiamiento bruto para el resto del año.
Estas operaciones le hicieron merecer al país, de parte de Fitch Ratings, la renovación de su calificación “BB-“, aunque con perspectivas negativas asociadas al panorama de incertidumbre por la pandemia del covid-19. Al cierre de 2019, previo a la pandemia, la deuda del sector público no financiera estaba en US$35,942.5 millones y a marzo de este año llegó a US$47,395.9 millones, un aumento neto de US$11,453.4 millones, para un 31.9%. En lo que va de 2021, según los datos de la Dirección de Crédito del Ministerio de Hacienda, esta deuda ha subido en US$2,773.6 millones.
Sólo en 2020, de acuerdo con el Banco Central, el sector público consolidado recibió desembolsos por US$9,747.9 millones, de los cuales US$9,659.5 millones estuvieron destinados al sector público no financiero y los US$88.4 millones restantes para el Banco Central por concepto de los montos recibidos en el marco del Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos (CCR) de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi).
En lo relativo al servicio de la deuda pública externa, el total pagado durante el período ascendió a US$3,772.5 millones, para un aumento de un 44.1% con respecto al año anterior. De ese total pagado, US$2,362.5 millones fueron por capital y US$1,410.0 millones se destinaron a pagos de intereses y comisiones, originando un flujo neto de US$7,385.4 millones.
En lo que respecta a los pagos por sector, el público no financiero amortizó US$2,273.7 millones y realizó pagos de intereses y comisiones por US$1,408.0 millones. De su lado, el Banco Central pagó por concepto de capital el monto de US$88.8 millones e intereses y comisiones ascendentes a US$2.0 millones, para cumplir con los compromisos cursados en el marco del CCR de la Aladi y los concernientes a los organismos multilaterales.
El Banco Central, en un análisis que tituló “Política económica, deuda pública y mercados financieros en tiempos de pandemia”, destaca que a pesar de la difícil coyuntura que ha impuesto la crisis, una vez más se ha observado la resiliencia de la economía dominicana ante choques externos.
“Es una realidad que esta capacidad de recuperación está asociada a los fuertes fundamentos que mantiene su economía y a la credibilidad que le asignan los inversionistas. Luego de que la economía alcanzara su punto más bajo con una caída del PIB real de casi 30% interanual en abril 2020, la economía dominicana fue moderando su tasa de disminución hasta situarse en diciembre del año pasado en apenas -1.0%”, señala.
Cuanto la autoridad monetaria decidió bajar la tasa de política al 3.00% anual, en su reunión de agosto de 2020, lo que significa que ya lleva 10 meses sin cambios, lo hizo consciente del impacto de la pandemia del covid-19 sobre la actividad económica y la evolución futura de la inflación. En adición, establece un informe del Banco Central, decidió estrechar el corredor de tasas de interés, al disminuir la de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) de 4.50% a 3.50% anual, mientras que la tasa de interés de depósitos remunerados (Overnight) la mantuvo en un 2.50 % anual. De esta forma, destaca, el corredor de las facilidades permanentes de liquidez del Banco Central tendría un rango de 50 puntos básicos con respecto a la tasa de política monetaria.
FMI elogia manejo
En su más reciente evaluación sobre la economía dominicana, la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó que República Dominicana es una de las economías más dinámicas de la región durante la última década debido a su sólida estabilidad macroeconómica, su posición externa firme y mejoras notables en los aspectos sociales, impulsado a través de un clima favorable de inversión, estabilidad financiera y marcos macroeconómicos.
De acuerdo con la evaluación realizada por la misión del FMI durante el periodo 21 de abril al 5 de mayo de 2021, la misión destacó perspectivas favorables hacia las políticas implementadas como mecanismo de defensa ante la pandemia.
Resaltó, además, las medidas fiscales con relación al aumento del gasto público hacia el sector salud destacando el plan de vacunación, la implementación y extensión de las transferencias a los hogares de bajos ingresos y desempleados hasta principios del 2021 y el aplazamiento del pago de impuestos.
El FMI también reconoce los esfuerzos para mejorar la gestión de las finanzas públicas, la transparencia en la ejecución y la presentación de informes del gasto público, así como las reformas para mejorar la eficacia en la administración pública.