El bloguero chileno busca entrar en el territorio de Hungría para solicitar asilo político, huyendo de un juicio en su contra, cuya sentencia, asegura, ya está definida y consiste en varios años “en un en un campo de trabajo”.
Tres meses después de ser arrestado por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) bajo acusaciones de simpatía con Rusia, el bloguero y periodista chileno-estadounidense Gonzalo Lira reapareció este lunes en redes sociales y relató cómo lo golpearon en una cárcel mientras esperaba un proceso judicial.
Lira, que previamente fue detenido en Ucrania en abril de 2022 tras la publicación de videos con críticas sobre el Gobierno del presidente Vladímir Zelenski, comunicó que ahora está tratando de abandonar el país y buscar asilo político en Hungría. “O cruzo la frontera y me pongo a salvo, o me hará desaparecer el régimen de Kiev“, escribió el periodista en su cuenta de Twitter (ahora llamada X).
En una serie de tuits, Lira contó que el 1 de mayo de este año lo arrestaron por el contenido de sus publicaciones. “Mi delito era hacer vídeos críticos de Occidente y su régimen sustituto de Kiev, y sobre cómo están destruyendo Ucrania”, señaló.
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El bloguero adjuntó también fotos con la acusación formal en su contra, en la que la parte acusadora admite que Lira no cometió ningún crimen contra cualquier persona o propiedad. “Y ciertamente no proporcioné ayuda o inteligencia a los rusos”, aseguró, al tachar al Gobierno de Zelenski de ser “un régimen de gánsteres ladrones, corruptos y asesinos que se hace pasar por una educada democracia ‘occidental'”. “La Ucrania de Zelenski no es una democracia”, reiteró.
Palizas en la cárcel
Gonzalo Lira denunció que fue torturado en dos de las cuatro celdas del centro de detención preventiva en el que estuvo. Sin embargo, precisó que los guardias no lo golpearon, sino que decidieron “tercerizar la tortura” empleando para ello a otros presos”. Uno de los reos incluso pidió disculpas al bloguero, al asegurar que los agentes del SBU no le dieron otra opción.
“Me rompieron una costilla en la primera celda, pero no fue tan grave. El peor tramo fue en mi cuarta celda. Desde la 1 de la tarde del 21 de junio hasta las 7 de la tarde del día siguiente —30 horas— me golpearon y me privaron del sueño, me torcieron los brazos al revés por los hombros y, en general, me dieron una paliza tremenda”, describió Lira.
El periodista agradeció los esfuerzos de la Embajada de Chile por la atención que le proporcionaron durante su cautiverio, pero reprochó a la Embajada de EE.UU. que solamente lo “llamó tres veces, pero no dio nada más que ‘apoyo'”.
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Extorsión
Por otra parte, Lira denunció que también fue víctima de torturas después de que los agentes del SBU se enteraran de que no era pobre. “Una vez que me encarcelaron por mis vídeos, el SBU aprovechó la oportunidad para extorsionarme, utilizando a los guardias como cómplices, que a su vez utilizaban a los presos como músculo”, denunció.
El bloguero señaló que agentes del SBU se apoderaron de 70.000 dólares durante su presencia en la cárcel, al tiempo que se llevaron 9.000 durante el arresto y los 11.000 de fianza. “Con los ordenadores, el iPhone, etc., he perdido 100.000 dólares en esta aventura”, resumió.
“Me declararán culpable”
Ahora Lira ya no tiene esperanza de recuperar el dinero perdido, porque decidió marcharse de Ucrania antes de que se celebrase el juicio en su contra programado para el 2 de agosto. “Ya me han dicho que me declararán culpable. Mi sentencia será de cinco a ocho años en un campo de trabajo”, remarcó.
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Según el bloguero, las condiciones de la fianza eran que le pusieran una tobillera electrónica y que no abandonara la ciudad de Járkov. Sin embargo, las autoridades ucranianas no le colocaron el dispositivo de rastreo, al igual que devolvieron sus pasaportes y otros documentos. “Me dicen que no me vaya, pero dejan la puerta abierta. Quizá, me estén tendiendo una trampa para justificar que me encierren en un campo de trabajo”, tuiteó.
Ante tal situación Lira, decidió probar suerte y atravesó en moto 1.400 kilómetros en dos días para tratar de entrar en Hungría. “Si no comparezco ante el tribunal de Járkov, se emitirá una orden de detención, probablemente una orden internacional. Si no tienen noticias mías en las próximas 12 horas, ¡ayúdenme! Voy de camino a un campo de trabajo“, escribió el bloguero en su última publicación.