“Le pedíamos que no nos robara a nosotras y nos respondió que él también estaba trabajando”, dijo una de las víctimas.

Dos empleadas de una cafetería de la ciudad argentina de Córdoba fueron golpeadas, atadas y encerradas por un ladrón que aseguró que estaba haciendo su trabajo.

El hecho ocurrió en la tarde del sábado, cuando un individuo ingresó al local pidiendo que le prestaran el baño. Se veía nervioso y trataba de ocultar el cuchillo que llevaba en las manos, contó a Canal 12 Jazmín Heredia, la trabajadora que lo atendió.

La joven sospechó que se trataba de un robo, salió corriendo e intentó ocultarse en un baño cerca de la cocina, donde se encontraba otra empleada. “Me puse contra la puerta para que no ingresara y le mandé un mensaje al dueño [de la cafetería]”, expresó.

El ladrón se dirigió a la otra mujer, le exigió que le entregara su celular y, durante un forcejeo, la tomó del pelo y la encerró en el baño junto con su colega. “Nos ató de pies y manos con un mismo cordón y nos dejó ahí encerradas […] Le pedíamos que no nos robara a nosotras, que trabajábamos en dos lugares, y nos respondió que él también estaba trabajando”, detalló Jazmín.

Si bien el delincuente insistía en querer dinero, no robó la caja registradora; tomó un poco de jugo de naranja que estaba preparado y solo se llevó un par de aguas saborizadas. El jefe de las víctimas había visto el mensaje de auxilio y, tras comprobar lo que sucedía por las cámaras de seguridad, alertó a la Policía e hizo sonar la alarma de la cafetería para asustar al intruso. Poco más tarde ese hombre fue detenido en una zona del sector. Nadie resultó herido. Según trascendió, el implicado tenía antecedentes penales por hurto.

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