Todos soñamos con el amor, pero no todos trabajamos para el amor. Los buenos tratos pueden crear una relación más feliz y emocionalmente estable. Sin embargo, la historia familiar puede favorecer que recibamos o que demos malos tratos.
En un pueblo pequeño del norte del país una linda chica de 19 años de edad fue cortejada por un empresario de la capital que tenía 49. Al principio todo parecía un cuento de hadas. Fue pobre y bonita, ahora Lucía una princesa con ropas caras y dinero para gastar.
Era la admiración de todos y la enamoraban muchos hombres. Su esposo empezó a celarla. La perseguía y la vigilaba. La golpeaba y le limitó las salidas. Ya no permitía que sus amigas la visitaran, ni visitar a sus padres. La felicidad se convirtió en sufrimiento.
Los celos, las infidelidades, el abuso emocional y físico, pueden aparecer en algunas parejas. Una relación con justicia busca eliminar los malos tratos.
Cuando tenemos una buena autoestima y una historia familiar de buenos tratos, es muy difícil que nos mantengamos en una relación abusiva.