Un clima de protesta ha emergido en los últimos días en la NBA con las feroces críticas de grandes estrellas al probable juego de All-Star en marzo y la confusa retirada de Kevin Durant en medio de un partido por los protocolos contra el coronavirus.
Los jugadores están sorprendidos con el giro que dio la NBA, que había cancelado el Juego de las Estrellas de (All-Star) de febrero en Indianápolis por el coronavirus y programado, en su lugar, una semana de descanso entre el 5 y el 10 de marzo.
Sin embargo, acuciada por las pérdidas económicas generadas por la pandemia, la liga cambió de idea y ahora quiere celebrar un All-Star adaptado al contexto sanitario a principios de marzo en Atlanta.
Nada más reportarse que la Asociación de Jugadores (NBPA) dio su visto bueno a celebrar el evento, para el cual la NBA ya puso en marcha las votaciones de los aficionados, las superestrellas estallaron.
“Es como una bofetada en la cara”, lanzó el jueves LeBron James, ganador del último campeonato con Los Angeles Lakers. “Todavía estamos lidiando con la pandemia y vamos a llevar a toda la liga a una ciudad que está abierta (…) Si soy elegido estaré allí físicamente pero no mentalmente”.
Horas después las otras figuras de la NBA secundaron la posición de ‘King James’.
“Si LeBron dice que tiene cero emoción y cero energía para el All-Star, yo estoy igual”, dijo Giannis Antetokounmpo, de los Milwaukee Bucks, sobre la inconveniencia de disputar un evento de carácter festivo en el contexto actual.
“Todos sabemos por qué lo vamos a jugar”, apuntó Kawhi Leonard, de Los Angeles Clippers, que señaló a la NBA por poner en riesgo a los jugadores.
“Hay dinero en juego. Es una oportunidad para hacer más dinero, colocar el dinero por encima de la salud en este momento”, afirmó.
“Quiero ver a mi familia”
Otros jugadores como James Harden (Brooklyn Nets) también protestaron por la posible celebración del evento y el joven base de los Sacramento Kings De’Aaron Fox lo consideró directamente una “estupidez”.
Los jugadores, que se tienen que someter a férreas medidas preventivas, esperaban contar con una semana de descanso a mitad de temporada.
Anteriormente ya habían aceptado que la campaña arrancara en diciembre, a solo dos meses de las pasadas Finales en la sede “burbuja” de Disney World (Orlando), para que la NBA no perdiera las grandes audiencias televisivas de Navidad.
“Al comenzar la temporada, lo que sabíamos era que no iba a haber All-Star, que iba a ser un momento para pasar tiempo con nuestra familia”, recordó Giannis. “Realmente no me importa el All-Star, quiero ver a mi familia”.
La NBA mantiene un silencio oficial sobre el evento pero el viernes Chris Paul, presidente de la Asociación de Jugadores, confirmó que la liga quiere celebrarlo y su organismo está recabando la opinión de los equipos.
“Los chicos tienen derecho a sus sentimientos, decisiones y todo”, dijo el veterano base de los Phoenix Suns. “Creo que el trabajo del sindicato es tratar de asegurarse de que nuestros jugadores estén sanos y seguros. Esto fue una decisión de la liga y definitivamente estamos, día a día, tratando de solucionarlo”.
Indignación en Nets por Durant
En medio de este malestar, la NBA también fue objeto de críticas por la forma en que aplicó el protocolo de prevención contra el virus en el juego del viernes de los Brooklyn Nets ante los Toronto Raptors.
La liga retiró del partido a Kevin Durant, estrella de los Nets, durante el tercer cuarto por haber estado en contacto con una persona, no identificada, contagiada por covid-19.
Durant fue primero dado de baja poco antes del juego por su cercanía con esa persona, que había dado un resultado no concluyente en una prueba.
Posteriormente al alero se le permitió salir a la pista comenzando como suplente y finalmente fue retirado cuando llegó la confirmación del contagio de la persona con la que tuvo contacto.
Desconcertados por la situación del alero, los Nets terminaron perdiendo el juego 123-117 ante un rival directo y varios jugadores cargaron contra la decisión de la liga.
“No lo entiendo. No podía jugar y luego volvió a la cancha. El partido debería haberse aplazado. Él estuvo con todos nosotros”, dijo James Harden.
El propio Durant, que se marchó molesto al vestuario arrojando una botella de agua al suelo, mandó minutos después varios mensajes de indignación por Twitter.
“Libérenme”, escribió el segundo máximo anotador de la NBA. Posteriormente se dirigió directamente a la NBA para decirle que sus aficionados “no son tontos”.
Durant, quien contrajo coronavirus hace un año, ya se perdió tres juegos en enero por una situación similar y ahora se desconoce cuánto tiempo estará de baja.