Las leyendas de indígenas australianas han conservado evidencia del aumento del nivel del mar al final de la última edad de hielo, hace unos 11.000 años.
En la década de 1970, el conocido pintor australiano Dick Roughsey (o Goobalathaldin, según su nombre tribal) publicó una colección autobiográfica, ‘Moon and Rainbow’ (‘Luna y Arcoíris’), en la que recogió muchas de los relatos que sus antepasados transmitieron de generación en generación.
Entre otras cosas, mencionaba una ruta terrestre que conectaba las actuales islas Wellesley con el continente australiano.
La evidencia geológica sugiere que los territorios se separaron hace más de 10.000 años, lo que significa que las antiguas leyendas han conservado la memoria de un pasado muy lejano, concluyó un estudio liderado por el profesor Patrick Nunn, de la Universidad de Sunshine Coast del estado de Queensland, según un comunicado de la institución.
Nunn considera que este es solo un ejemplo en un creciente conjunto de pruebas que dan testimonio de las historias orales de las Primeras Naciones del continente que se remontan a un pasado más lejano que en casi cualquier otro lugar del mundo.
“Creo que tenemos ejemplos creíbles de conocimiento en Australia que se han transmitido oralmente a lo largo de casi 400 generaciones hasta llegar a nosotros ahora”, señaló el profesor.
Se estima que los primeros humanos llegaron a Australia hace unos 70.000 años y vivieron aislados del resto del mundo durante la mayor parte de este tiempo. Aunque no crearon un lenguaje escrito, Nunn explica que el aislamiento proporcionó las condiciones ideales para la preservación de las tradiciones orales durante un período increíblemente largo.
En colaboración con lingüistas y paleogeólogos, el científico recopiló y analizó las antiguas leyendas de las tribus indígenas del continente oceánico, comparándolas con hechos reales del pasado. Así, los expertos identificaron la descripción de una catástrofe: nubes rojas que cubrieron el cielo y grietas que partieron la tierra. “Las personas trataron de correr de un lado a otro, pero fueron tragadas por una grieta que se abrió en el suelo”, según la traducción de una de las leyendas hecha por Bob Dixon del idioma local de Dyirbal.
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Los investigadores asociaron ese relato con una erupción volcánica que ocurrió hace más de 9.000 años y provocó la aparición del lago Eacham en el actual estado de Queensland.
Sin embargo, la evidencia más llamativa menciona inundaciones y cambios en la costa, que se remontan al aumento del nivel del mar al final de la última edad de hielo, que terminó hace unos 11.000 años.
Una de las leyendas locales cuenta que un hombre, de quien sus esposas huyeron, llegó por tierra a la isla Canguro, la tercera isla más grande de Australia. Enfurecido, hizo subir el agua y ahogó a las mujeres, que se petrificaron y formaron el grupo de pequeñas islas llamado The Pages.
Los científicos indicaron que hoy la profundidad del océano en esta área alcanza los 35 metros y fue posible caminar hasta la isla Canguro por última vez hace más de 10.000 años.