Los científicos vuelven a encender las alarmas sobre el cambio climático ante la sequía sin precedentes que se está produciendo actualmente en la parte occidental del país norteamericano.
Más del 90 % del oeste estadounidense atraviesa una sequía histórica y potencialmente mortal, aunque el verano de 2021 apenas ha comenzado. La mayor parte de Arizona, California, Nevada, Oregón y Utah está lidiando con condiciones climáticas desastrosas y sus efectos.
Un mapa de las condiciones atmosféricas severas publicado el jueves por el Monitor de Sequía de EE.UU. muestra la vasta región norteamericana en una situación crítica.
El Sistema Nacional Integrado de Información sobre Sequías (NIDIS) de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) informó que, por tercera semana consecutiva, los niveles de sequía “extrema” y “excepcional” han establecido un récord, con el 49,7 % del oeste de la nación en esa categoría.
“El máximo nivel alcanzado antes de la sequía de 2020/2021 fue el 23 de julio de 2002, con un 45,3%”, señaló la agencia en un tuit.
Más de 58 millones de personas se ven afectadas mientras la situación empeora y varios gobernadores han declarado estados de emergencia a medida que aumentan las temperaturas y el riesgo de incendios forestales.
Nada nuevo, pero viene lo peor
El oeste de EE.UU es conocido por sus frecuentes sequías estivales, pero en los últimos años estos fenómenos se han acentuado considerablemente. Desde 2011 hasta 2018, el estado de California sufrió una de las peores y más largas sequías desde que se tienen registros. Mientras, 2019 y 2020 fueron años hidrológicos más normales y permitieron que los bosques y las reservas de agua comenzaran a recuperarse.
Sin embargo, este periodo benigno no duró demasiado, pues la sequía volvió a notarse con fuerza en los primeros meses de 2021, registrándose el febrero más seco de la historia de las observaciones meteorológicas en la zona. Desde entonces, las condiciones no han mejorado.
Los expertos sostienen que el cambio climático está empeorando la situación. Como otros fenómenos meteorológicos extremos, está provocando que las sequías sean más intensas y frecuentes. Según los investigadores, lo que ha empezado a ocurrir en el oeste podría ser una mega sequía de décadas.