Un médico chino causó la muerte de su novia, que sufría insomnio, al administrarle anestésicos más de 20 veces en seis horas. Los hechos tuvieron lugar en el condado de Jiajiang de la provincia de Sichuan, en el suroeste de China.
El hombre, identificado como Qu, conoció a su pareja, de apellido Chen, a través de una plataforma de citas en línea en 2022. Tras establecer una relación, la mujer estuvo solicitando con frecuencia a Qu que le inyectara propofol para ayudarle a conciliar el sueño. La situación se prolongó desde septiembre de 2023 hasta marzo de 2024, informó South China Morning Post este domingo.
El 6 de marzo, Qu administró a su novia cerca de 1.300 mg de propofol en más de 20 dosis en seis horas, desde las once de la noche hasta las cinco de la mañana. Además, le dejó 100 mg adicionales del medicamento para que pudiera suministrárselo por su cuenta antes de dejarla sola en un hotel. Cuando regresó, Chen ya había muerto.
Un examen médico confirmó que la mujer falleció por una intoxicación aguda por propofol. De acuerdo con un experto anónimo, ese medicamento no sirve para tratar el insomnio y además las dosis que le fueron administradas a Chen excedían notablemente los límites seguros.
“El propofol es un anestésico general de acción corta que se utiliza principalmente para inducir y mantener la anestesia general y la sedación. Normalmente, las dosis clínicas para la inducción de la anestesia son de 1,5 a 2,5 mg por kilogramo de peso corporal”, explicó. “Para el mantenimiento de la anestesia, las dosis suelen oscilar entre 4 y 12 mg por kilogramo, mientras que las dosis de sedación varían de 1,5 a 4,5 mg por kilogramo, ajustándose según el procedimiento y la edad del paciente”, agregó la fuente.
Qu confesó el crimen a la Policía y compensó a los familiares de la víctima con 400.000 yuanes, unos 55.000 dólares estadounidenses. El 1 de noviembre, Qu fue condenado a dos años y medio de prisión por homicidio por negligencia. A la hora de dictaminar la sentencia, tribunal tuvo en cuenta la entrega voluntaria del hombre, su confesión y la indemnización que pagó a la familia de la víctima, que acabó perdonándolo.