Milagros De Camps Germán llama la atención sobre la responsabilidad colectiva para enfrentar estos cambios.

Santo Domingo, RD.-La viceministra de Cooperación Internacional del Ministerio de Medio Ambiente, Milagros De Camps Germán, expresó la preocupación del Gobierno dominicano por los retos que representan para la producción agrícola el cambio climático. Afirma que las crisis climática, sanitaria y socioeconómica, así como las prácticas agrícolas tradicionales, envían una señal acerca de la urgencia de trabajar para una agricultura sostenible.

La funcionaria entiende que para enfrentar los efectos adversos al cambio climático, partiendo del contexto actual, habrá que propiciar el cambio de paradigmas en cuanto a la producción de alimentos, modificar conductas y adoptar nuevos sistemas de producción.

En este orden, considera urgente aumentar la resiliencia climática de la población rural mediante la gobernanza del agua y la tierra más inclusiva y adaptativa, con soluciones basadas en ciencia que use tecnología digitales para reducir los riesgos hidroclimáticos y potenciar la investigación multipropósito sostenible, a fin de garantizar la capacidad de adaptación.

“Esta es una tarea impostergable con miras a garantizar los medios de vida a través del uso eficiente de los recursos naturales, su aprovechamiento y la producción y el consumo responsable”, sostuvo De Camps Germán durante su participación en el XXIII Encuentro Nacional de Líderes del Sector Agropecuario que organiza cada año la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD).

La viceministra está de acuerdo en que es necesario el abordaje de la problemática desde una perspectiva científica y multipropósito, así como la toma de decisiones informada a nivel local y regional basada en evidencia.

“La biodiversidad y el agua son la base del desarrollo sostenible. Es un hecho cierto que el aumento poblacional y la pluralidad de acciones del hombre, para la satisfacción de sus propias necesidades, han desencadenado factores de presión que amenazan justamente con provocar el aumento sustantivo de la pérdida de la diversidad biológica”, entiende.

Para la funcionaria, una producción amigable con el medioambiente y la generación de mecanismos que agreguen valor y contribuyan con el mejoramiento del paisaje, representan una estrategia de efectos favorable en el corto y mediano plazo, tanto para el ambiente como para los países comprometidos con políticas de seguridad alimentaria y conservación de los recursos naturales. En este orden, considera que las entidades públicas tienen uno de los roles más importantes para hacer realidad el desarrollo sostenible.

“El interés del Gobierno dominicano es cambiar ese paradigma y trabajar para que las diversas instituciones públicas coordinen sus planes de acción, los dirijan hacia una visión de país, y con ello haremos transversal a todo el Estado el compromiso que asumimos como signatarios del Acuerdo de París”, sostiene.

Refiere, además, que las sequías e inundaciones más frecuentes estarán ligadas a la pérdida de la agroproductividad, migración por razones climáticas, tormentas tropicales, huracanes, incendios forestales en gran parte del país y el aumento del nivel del mar, provocando la salinización del suelo con vocación agrícola. Explica que la crisis climática conjugada con la crisis sanitaria, socioeconómica y las prácticas agrícolas tradicionales indican la urgencia de trabajar para una agricultura sostenible.

Garantizó que este gobierno se ha comprometido con apoyar el campo y afianzar la seguridad alimentaria, lo cual se ha visto cristalizado en el anuncio de un importante monto de financiamiento a los agricultores a tasa cero. Este nuevo enfoque de agricultura climáticamente inteligente, refiere, será clave para transformar los sistemas agrícolas, con el fin de respaldar el desarrollo sustentable, proteger nuestras áreas protegidas, lograr mayor dinamismo, y crear resiliencia ante el cambio climático.

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Por El Dinero