El dolor y el sufrimiento son frecuentes en nuestras relaciones. Tanto en la familia como en las Relaciones de Pareja, nuestras maneras de relacionarnos nos pueden causar molestias.
Cuando no recibimos un trato justo o el trato recibido no va acorde con nuestras expectativas, podemos sentir emociones dolorosas que nos roban el bienestar.
La forma de comunicarnos con los demás no sólo incluye las palabras. Los actos y conductas propios y de los otros, son comunicación.
Nos toca a nosotros decidir qué vamos a permitir como trato de los demás, así sean hijos, pareja o amigos.
Nuestra capacidad de poner límites le dirá a la gente, como queremos ser tratados.
Cuando nuestra autoestima es baja, permitimos el mal trato y por lo regular tenemos pocos reclamos a quienes nos abusan y los demás se acostumbran a esas pautas dañinas.