La iniciativa oficial logró recaudar más de 1,5 millones de dólares, que serán destinados a los municipios más pobres del estado de Oaxaca
El Gobierno de México subastó este domingo 82 autos que pertenecían a la flotilla oficial de la Presidencia de la República o que fueron confiscados en procesos criminales que permanecían bajo custodia de la Fiscalía General de la República. Algunos delitos estaban vinculados al narcotráfico y la evasión fiscal.
Según el informe de las autoridades, el proceso comercial, que forma parte del instituto gubernamental para Devolverle al Pueblo lo Robado, logró recaudar casi 28,5 millones de pesos (aproximadamente 1,5 millones de dólares). Los fondos irán destinados a los municipios más pobres del estado de Oaxaca: Santo Reyes Yucuná y Santa María Zaniza, en donde más del 99% de su población vive en situación de pobreza.
Entre los autos disponibles figuraban 17 camionetas Chevrolet Suburban a prueba de balas, un Lamborghini Murciélago de 2007 y una camioneta descubierta Ford Shelby de 2016 totalmente equipada y catalogada como el bien más caro de la subasta. La camioneta se vendió por 1,9 millones de pesos (99.000 dólares), según AP.
Mientras, el vehículo que se vendió a menor precio fue un Volkswagen de 1990 por el que pagaron 65.000 pesos (3.400 dólares). En total, se vendieron 65 autos, aunque la mayoría de camionetas blindadas quedaron desiertas.
Las autoridades han calificado esta jornada como histórica al registrarse 400 participantes. Según testimonios de los asistentes, en algunos casos los bienes se vendieron por encima de los precios del mercado.
