El empoderamiento de la juventud de las décadas 60, 70 y 80, en República Dominicana luchaba por un país mejor, más justo, más solidario, más humano, era una juventud comprometida, con actitud, energía, ambición social y política, trazando compromisos sociales. Acción con la que lamentablemente hoy en día no contamos y vivimos acomodados, bajo unos lineamientos pasivos impuesto por sectores de poder, para adormecer la conciencia y ser objeto de manipulación de una manera más fácil.
En esa época se pudo ver como la juventud se empoderaba, a gran magnitud con los principales sectores de poder, provocando cambios sociales y democráticos. Citamos el Movimiento 14 de junio y otros tantos que tuvieron su participación preponderante, demostrando su valor como una Juventud “reivindicativa” que sin esas manifestaciones no era posible el avance social, solidario, humano, justo y equitativo de la época.
La Juventud es el timón de las sociedades, su progreso y desarrollo; pero que pena que en este milenio nuestra historia no es así, necesitamos una juventud con actitud, compromiso social y político.
En tal sentido debemos estar asociados a los distintos partidos políticos, utilizando esta plataforma para general aquellos cambios que en las décadas anteriormente mencionadas, hacían temblar las aulas de las universidades y los institutos, esos que revolucionaron la cultura y la democracia dominicana, participando de forma activa y comprometida políticamente.
Jóvenes que consiguieron traer una democracia y que acabando con una dictadura, nos hicieron crecer como país, brindándonos más compromiso social y político, participando y tomando personalismo en cada situación política que se producía.
En la actualidad esa inquietud social, cultural y política que en aquellas décadas se palpaba en el ambiente y en todos los ámbitos de la sociedad, ahora no existe; estoy más que convencido que mucho de los males derivados de la mala praxis política existente no pasarían si hubiera un empoderamiento colectivo de la juventud, un compromiso social, por lo que estamos cometiendo un grave error en dejar la política en manos de los políticos, tradicionales es un espaldarazo que le hacemos a la Democracia.
Debemos tener un compromiso político desde una adhesión individual, comprometidos todos con los problemas del país, cada uno desde su situación social, para de esta manera exigirle a la clase política las necesidades competentes de la cuales requerimos y que éstas, se le han olvidado después de obtener causa de ganancia. Abramos los ojos para ver por dónde y hacia dónde nos llevan!.
Por: Víctor De Óleo /Abogado y Periodista