El presidente lanzó un paquete de medidas que apuntan al combate del crimen organizado y la confiscación de armas.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, anunció este jueves el lanzamiento de un Plan Nacional de Seguridad para combatir la delincuencia en el país, con más de 30 medidas que ponen el foco en la prevención del delito.
“No vamos a permitir que la delincuencia siga creciendo y ganando espacio. Hoy realizamos el primer Consejo Nacional de Seguridad Pública de nuestro Gobierno. Seguiremos trabajando de manera transversal e intersectorial para abordar la delincuencia como prioridad de Estado“, dijo el mandatario.
Y añadió que su Gobierno perseguirá y golpeará a las bandas del crimen organizado “donde más les duela”.
Algunas de las 33 medidas del plan apuntan a combatir grupos criminales, confiscar sus bienes y controlar las armas, tanto las inscritas como las ilegales.
Boric remarcó que el último plan de seguridad nacional de Chile fue lanzado en 2004, por lo que consideró necesario actualizar las políticas en ese materia, ya que, consideró el país “cambió” y, a la par, lo hizo la delincuencia.
Por eso, indicó, el Gobierno buscará golpearlas “en su organización, en la ruta del dinero, así como mejorar las líneas investigativas para desarticularlas”.
Este jueves, el presidente chileno encabezó la reunión del Comité Nacional de Seguridad Pública, instancia presidida por la ministra del Interior, Izkia Siches. También participaron autoridades de Carabineros, Policía de Investigaciones (PDI), Fiscalía Nacional, Defensoría Nacional y Defensoría de la Niñez, entre otras instituciones públicas.
“Tenemos que incluir a Cultura, Educación, Desarrollo Social y Salud, porque el combate a la delincuencia pasa también en su prevención, en la recuperación del espacio público”, dijo Boric. Y convocó también al resto de las fuerzas políticas y actores sociales.
Según reconoció el subsecretario del Interior, Manuel Monsalves, “los delitos tienen una tendencia al alza desde hace casi una década en Chile”, y precisó que, en comparación con el período 2016-2020, los homicidios aumentaron de 4,2 por cada 100.000 habitantes a 5,7. Además, en el 60 % de los crímenes cometidos se utilizaron armas de fuego.
