La norteamericana Virginia Satir fue una extraordinaria mujer Terapeuta Familiar, la cual nos dejó herramientas nuevas para hacer crecer nuestra autoestima, reconocer los sentimientos propios y hacernos responsables por ellos. 

Podemos amar y sentir por otros; pero ese sentimiento nos pertenece. 

No debemos absorber a la otra persona y en el proceso de amar lo correcto es crecer y aprender el desapego, para permitir la individualidad y que la otra persona se vaya cuando desee.

En su íntegro poema “Mis metas”, plantea que el amor que se vive bajo la clara idea de que un día puede finalizar, proporciona mejores frutos.

Mis metas de Virginia Satir

“Quiero amarte sin absorberte,

apreciarte sin juzgarte,

unirme a ti sin esclavizarte,

invitarte sin exigirte,

dejarte sin sentirme culpable,

Criticarte sin herirte,

y ayudarte sin menospreciarte.

Si puedes hacer lo mismo por mí, entonces nos habremos conocido verdaderamente y nos podremos beneficiar los dos”.

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