Para 2017 se contempló intervenir cinco parques por unos RD$255.2 millones.

Los parques de zonas francas del Estado operan en infraestructuras inadecuadas por falta de presupuesto para su intervención. Para 2017 se contempló el remozamiento de cinco parques por una inversión de RD$255.2 millones.

En ese sentido, el encargado del Centro de Atención Integral a las Pequeñas y Medianas Industrias del Centro de Competitividad y Desarrollo Industrial (Proindustria), Fabricio Geraldino, reconoció que los parques estatales se están quedando atrás, no solo por la falta de mantenimiento, sino por otros factores que afectan su competitividad.

Uno de los principales retos del Estado, en cuanto al sector manufacturero, es la restructuración de los parques que han estado en funcionamiento desde 1970.

Aunque han sido intervenidos en diversas ocasiones, “muchos necesitan una remodelación muy profunda que conlleva mucho dinero”, dice Geraldino.

La Federación Dominicana de Cámaras de Comercio (Fedocámaras) denunció hace poco “la situación de abandono” en que se encuentran las instalaciones de los parques de zonas francas del Estado en la región del Cibao. El presidente de la entidad, Claudio Fernández Martí, consideró “urgente” que el Gobierno y la dirección de Fomento Industrial presten atención a esos espacios de producción.

Ante esta denuncia, Geraldino informa que Proindustria realizó un levantamiento de todos los parques de Proindustria a nivel nacional y que luego de procesar la información el resultado fue la creación de un plan nacional de renovación de parques para el período 2016-2020.

El plan definió las prioridades relacionadas a la situación de cada parque, tomando en cuenta los de mayor deterioro y los que puedan aportar en términos cualitativos y cuantitativos a la productividad nacional.

Según informe de Proindustria, para 2017 se contempló intervenir en la Zona Franca Industrial de Moca RD$134.4 millones; en el Parque Industrial de La Vega, RD$41.9 millones y en la Zona Franca Industrial de Bonao, RD$38.3 millones.

La Zona Franca Industrial de San Cristóbal (PISAN) requería de una inversión de RD$4.6 millones y la Zona Franca Industrial de La Armería RD$36 millones.

Geraldino, quien también es asesor industrial, resalta que a pesar del repunte alcanzado por las empresas manufactureras de los sectores público y privado, la competitividad se ve afecta por el encadenamiento productivo, la calidad de los productos y facilidades fiscales para operar.

Explica que el Estado ha hecho un gran esfuerzo para lograr que los mecanismos que hacen viables que estas empresas se instalen y se mantengan sean fructíferos, pero destaca que “siempre hay que tomar en cuenta las variables”.

Sostiene que “el liderazgo del CNZF ha logrado una carpeta de servicios para todas las empresas instaladas en estos parques, ya sean del Estado o del sector privado. Hay una realidad y es que los incentivos de los parques de zonas francas son aceptables, aunque hay aspectos que reforzar”.

Explica que las compañías manufactureras tienen que cumplir con una serie de estándares de calidad y para lograr eso, la materia prima debe cumplir con las exigencias del mercado para elaborar un producto que cumpla con las normas.

En tanto que el ministro de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), Nelson Toca Simó, aseguró que el sector de zonas francas está “muy bien”, avanzando en el tema de exportación y fortaleciendo las características que el país reúne para atraer mayores inversiones internacionales.

Destacó que “el desenvolvimiento de las empresas manufactureras, en sentido general, es un ejemplo a nivel mundial que viene desarrollándose desde hace varios años gracias a la ubicación estratégica del país”.

Ley 299 sobre protección e incentivo fiscal

El informe estadístico de 2018 del Consejo Nacional de Zonas Francas (CNZF) detalla que a partir de la promulgación de la Ley 299 sobre Incentivo y Protección Industrial empieza el despegue del sector de zonas francas con la instalación de la Zona Franca Industrial de La Romana, la cual fue creada por la Gulf and Western America Corporation en 1969.

El inicio de este sector dependió en gran medida de los incentivos que favorecen a estas industrias para operar, dentro de los cuales se encuentran el 100% de exención de impuestos de importación de materias primas.

También están exentas del pago de impuestos municipales, del pago del impuesto sobre la renta; tampoco pagan impuestos sobre la construcción, los contratos de préstamos ni sobre el registro ni traspaso de bienes inmuebles, entre otros beneficios.

Pese a estas facilidades, el representante de Proindustria indica que hacen falta más incentivos fiscales, más facilidades a proveedoras de zonas francas.

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Por El Dinero