En el país es de apenas un 26.6%, mientras que en Panamá supera el 75% respecto a la economía total.

Santo Domingo, RD.- Las perspectivas de la economía dominicana están enfocadas en lograr un crecimiento del producto interno bruto (PIB) cercano al potencial del 5% al cierre de 2019. El gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, confía en que así será, tomando en cuenta los efectos de las medidas monetarias de mediados de año para impulsar la demanda interna.

Los resultados han sido favorables. Los datos oficiales establecen que el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) mostró, por segundo mes consecutivo, un crecimiento por encima del potencial, al registrar una variación interanual de 5.2% en octubre pasado luego de haberse expandido un 5.1% en septiembre.

República Dominicana ha experimentado el mayor nivel de crecimiento en los últimos años, superando economías con un alto nivel de competitividad y dinamismo, como Panamá, Costa Rica, Chile, Guatemala y Colombia. ¿Dónde se ha sustentado esta expansión de la economía? ¿Cómo se ha logrado si, por ejemplo, la relación del crédito al sector privado con el PIB es la más baja de Centroamérica y el Caribe, de apenas un 26.6%?

El otro país con el que República Dominicana se ha disputado el liderazgo de crecimiento en la región es Panamá, pero la ponderación del crédito al sector privado se mantiene en un promedio de 75% en los últimos cinco años, es decir, más de 50 puntos porcentuales por encima de la economía dominicana. ¿Cuál es el motor del crecimiento en cada caso?

La velocidad del endeudamiento es una de las variables que organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) toman en cuenta al analizar el caso dominicano.

En su informe “Perspectivas Económicas de Las Américas”, publicado en octubre pasado, señala que a pesar del crecimiento, el país “presenta un déficit de 3.1 por ciento del PIB, por lo que se recomienda un ajuste más intenso en el período inicial y anclado en una ampliación de la base imponible para revertir la dinámica ascendente de la deuda, así como la adopción de un marco fiscal a mediano plazo con un ancla clara y elementos de responsabilidad fiscal para afianzar la credibilidad”.

Según Crédito Público, del Ministerio de Hacienda, la deuda del sector público no financiero (SPNF) pasó de US$27,064.7 millones (33.9%) en 2015 a US$34,058.5 millones a octubre de este año, equivalente a un 38.3% del PIB. La ponderación del endeudamiento subió 4.4 puntos porcentuales desde 2015.

En los últimos tres años la ponderación del crédito al sector privado ha promediado un 26.3% respecto al PIB, el rango más bajo de la región, incluso con relación a Nicaragua, que supera el 30%, y de Guatemala, que está en tercer lugar con un 33.2%, según datos a septiembre pasado.

De acuerdo con datos del Consejo Monetario Centroamérica (CMCA), los países que lideran la mayor ponderación del crédito al sector privado respecto al PIB son: Honduras (65.1%), Costa Rica (60.7%) y El Salvador (50.1%), de acuerdo con el cierre de septiembre reportado por las autoridades monetarias de estos países. Las economías panameña y salvadoreña están dolarizadas.

Tras las medidas de expansión monetaria, el Banco Central informó que el crédito al sector privado se incrementó en RD$55,586.8 millones entre el 1 de junio y 18 de octubre de este año. Del monto colocado, RD$25,197.6 millones provenían de recursos liberados del encaje legal, mientras los RD$30,389.2 millones adicionales fueron de recursos propios del sistema financiero.

Mejorar la productividad, sin embargo, es un reto pendiente en la región del que no escapa República Dominicana. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) destaca que la persistentemente baja productividad parece estar asociada justo con una estructura exportadora centrada en los sectores primario y extractivo, que tienen bajos niveles de sofisticación. Esto, indica, menoscaba la participación de la región en las cadenas globales de valor.

Impacto del crédito al sector privado

El crédito al sector privado es una de las variables financieras que mejor incentiva la dinámica económica. Va dirigido a los sectores que generan divisas, principalmente a través de las exportaciones, y empleos formales que a su vez motorizan el consumo.

En la clasificación el crédito al sector privado está dividido en dos segmentos: el que va a la producción (manufactureras, extractivas, agropecuaria, construcción; electricidad, gas y agua, Comercio, hoteles y restaurantes, microempresas, transporte y comunicaciones) y los personales (consumo y viviendas). Al 30 de septiembre la cartera de crédito cerró en RD$1,169,071.05 millones.

Respecto a Panamá, los datos disponibles a julio de este año establecen que la cartera era de US$54,328 millones, un 2% más que lo reportado en igual mes de 2018. Los préstamos hipotecarios y personales tienen la mayor ponderación.

Sin embargo, el Banco Nacional de Panamá destaca que el sector industria presentó una reducción del 1.7%. Como elemento positivo, señala que el crédito hipotecario sigue mostrando signos positivos para la banca, al registrar un crecimiento del 5.2% con relación a julio de 2018, equivalente a US$866 millones. El sector residencial registró un saldo de US$15,427 millones, un 6.7% en el crecimiento interanual.

En cuanto a Nicaragua, con un PIB estimado de US$12,431 millones al finalizar este año, tendrá una caída -5.7% respecto a los US$13,118 generados en 2018, según el FMI en su informe de revisión del Artículo IV que finalizó en noviembre pasado. El valor del dólar se mantiene un promedio de 32.3 córdobas.

Según el Banco Central de Nicaragua, el crédito al sector privado se contrajo en un -8.7% y -7.8% en últimos dos años, luego de crecer 23.5%, 17.5%, 16.0% y 15.5% en los últimos cuatro años.

Según el FMI, los disturbios sociales de abril de 2018 y sus consecuencias han causado una abrupta contracción económica. Recomendó que el principal desafío para 2020 y en adelante es mantener el curso para preservar la estabilidad macroeconómica y financiera.

La misión visitó Managua entre el 29 de octubre y 12 de noviembre en el contexto de la consulta del Artículo IV de 2019. Restaurar la confianza y los flujos de financiamiento externo son críticos para evitar una mayor contracción del crédito y el empleo, los que podrían continuar frenando la inversión y el consumo, lo cual implica un obstáculo significativo a la actividad económica.

Esta declaración resume los hallazgos preliminares y las recomendaciones. La misión agradece a las autoridades por el diálogo constructivo y la hospitalidad.

Costa Rica

Costa Rica ha sido referencia en materia de crecimiento económico. El crédito al sector privado mantiene un ponderación de un 60.7%. Pese a que el Banco Central ha venido reduciendo la tasa de política monetaria para dinamizar la colocación de crédito bancario, la velocidad con que crece la cartera de préstamos en moneda nacional sigue disminuyendo.

Datos oficiales del sistema financiero de Costa Rica precisan que a octubre de 2017 la cartera de créditos en moneda local crecía al 14%, en igual mes de 2018 la tasa cayó a 6% y para el décimo mes de 2019 el aumento fue de apenas 4%. La desaceleración del crédito se reporta pese a que en lo que va de año las autoridades han bajado en seis ocasiones la tasa de política monetaria, desde 5.25% hasta 3.25%.

Los informes dan cuenta de que el crédito al sector privado no da muestras de recuperación y, por el contrario, los datos disponibles hasta agosto muestran un deterioro adicional que lo llevó hasta su punto más bajo en 10 años, al reportar una caída interanual de -0.01%. Un análisis elaborado por la firma de asesoría Frecuencia Económica señala que el bajo crecimiento es explicado por la contracción de los préstamos en dólares, pues la cartera en colones muestra un crecimiento de 4.2% entre el sistema bancario, mientras que la cartera en dólares presenta una caída de -3.9%.

Guatemala, con un PIB que cerró 2018 en US$78,461.7 millones y un estimado de US$81,129.4 millones para 2019, el crédito al sector privado crece a un ritmo de 7%, principalmente por el alza en los microcréditos, préstamos al consumo y al sector de la construcción.

“El crédito bancario al sector privado está en este momento creciendo a una tasa del 7.2%, lo cual es consistente y congruente con lo que habíamos previsto en el sentido de que venía en una senda de expansión”, destaca el Banco Central de Guatemala.

En lo que respecta a Honduras, el crédito bancario ascendió a 315,996.5 millones de lempiras a mayo de este año (51.8% del PIB nominal), mayor en 7,304.5 millones (2.4%) al registrado a diciembre de 2018 (53.9% del PIB), según el Banco Central de Honduras (BCH). Este saldo, indica, es adeudado en un 56.4% por las empresas.

Datos oficiales establecen que el crédito al sector privado mostró un incremento interanual de 33,437.3 millones de lempiras (11.8%), pero en similar fecha de 2018 fue de 28,409.1 millones (11.2%). El resultado de 2019 se derivó del alza en moneda nacional de 24,013.4 millones de lempiras (12.4%) y en moneda extranjera por 9,423.9 millones (10.7%).

En cuanto a El Salvador, los datos disponibles a octubre de este año señalan que la cartera de crédito al sector privado se ubicó en US$13,466.5 millones. En igual mes de 2018 cerró en US$12,784.9 millones, para un crecimiento anual 5.33%.

Activos brutos

Durante el período julio-septiembre de 2019, los activos brutos y pasivos del sistema financiero dominicano presentaron crecimientos anuales de 9.4%, superando el observado en igual fecha de 2018.

En este contexto, según el Banco Central, el sistema financiero continuó manteniendo niveles adecuados en los indicadores de calidad de cartera de créditos y de rentabilidad. Los activos brutos mostraron un crecimiento anual de RD$168,562.4 millones, sustentado en la expansión de la cartera de créditos con RD$104,969.6 millones (9.7%) y las inversiones totales por RD$34,728.8 millones (10.8%).

Señala que el crecimiento del activo estuvo incidido por el aumento de las disponibilidades en RD$24,769.2 millones (9.2%). El crecimiento de la cartera de créditos se manifestó con una dinámica dominada por los créditos vigentes, renglón que verificó un aumento de RD$108,266.2 millones (10.4%), acompañado de una disminución en los créditos reestructurados y en cobranza judicial.

Con esto, al cierre de septiembre 2019 el índice de morosidad fue de 1.9%, mientras que la cobertura de créditos improductivos cerró el período de análisis en 159.0%, superior al nivel de 100% requerido normativamente.

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Por El Dinero