El presidente de la Reserva Federal de EE.UU., Jerome Powell, aprovechó la tradicional conferencia anual de Jackson Hole (Wyoming) para anunciar una flexibilización de la política respecto a la inflación para potenciar el empleo.
Powell anunció la intención de la Fed de dar prioridad al empleo sobre la inflación en la reunión de gobernadores de bancos centrales de Jackson Hole, uno de los principales foros mundiales de debate sobre política monetaria, diluido este año a un encuentro telemático debido a la pandemia.
“En nuestro manejo de la política monetaria, nos mantendremos muy enfocados en fomentar un mercado laboral lo más fuerte posible para el beneficio de todos los estadounidenses, y buscaremos firmemente un índice de inflación del 2 % a largo plazo”, dijo Powell.
Sin embargo, agregó que con ello el enfoque de la Fed “podría verse como una forma flexible de metas de inflación promedio” y que la política monetaria reflejara “una amplia gama de consideraciones y no estará dictada por ninguna fórmula” respecto a la inflación.
“Por supuesto -agregó-, si se acumularan presiones inflacionarias excesivas o las expectativas de inflación se dispararan por encima de nuestro objetivo, no dudaríamos en actuar”.
El cambio de paradigma, según explicó el gobernador de la Fed, se debe a las experiencias acumuladas en los últimos tiempos en la economía de EE.UU., en la que se ha demostrado que “un mercado laboral robusto puede sostenerse sin causar un incremento de la inflación”.
La Fed, que tiene un doble mandato de estabilidad de precios y fomento del empleo, ha utilizado tradicionalmente el movimiento de tipos de interés para contener las presiones inflacionistas, intentando equilibrarlo al tiempo con un mercado laboral fuerte.
Desde que EE.UU. salió de la Gran Recesión de 2008-2009, el desempleo fue cayendo de un 10 % en que estaba en octubre de 2009 a un 3.5 % en febrero pasado, sin que se disparasen los costes laborales ni la inflación, que ha estado contenida en torno al 2 %.
Pero el panorama del mercado laboral ha dado un vuelco debido a la destrucción de millones de puestos de trabajo a consecuencia de la pandemia, que llevó el índice de desempleo al 14.4 % en abril.
“Una conclusión clara de estos eventos fue la importancia de lograr y mantener un mercado laboral sólido, especialmente para las personas de comunidades de ingresos bajos y moderados (…) Nuestra opinión es que se puede mantener un mercado laboral sólido sin provocar un brote de inflación”, indicó Powell en el encuentro.
Ranko Berich, jefe de análisis de Monex Europe, interpretó las palabras del presidente del banco central de EE.UU. como una señal de que “si la Fed estaba dispuesta (hasta ahora) a subir los tipos de interés a medida que el mercado laboral se acercaba a las estimaciones de empleo máximo, Powell ha dejado claro que la incertidumbre en torno a estas estimaciones significa que no se dependerá tanto de ellas en el futuro”.
El presidente de la Fed, no obstante, insistió en que el banco central estadounidense utilizará toda “su gama de herramientas para lograr sus objetivos de máximo empleo y estabilidad de precios”.
Para Jack Janasiewicz, estratega de carteras de la inversora Natixis, la decisión de la Fed le da “un margen de maniobra en términos de interpretación, algo que debe preocupar a los mercados”.
En el anuncio de Powell, el economista echó en falta “nuevas herramientas específicas” para impulsar la recuperación a medida que hay un acercamiento “al límite inferior cero” en los tipos de interés de referencia, y dijo que “debe pasar el testigo al lado fiscal para estimular un mayor crecimiento”.
El Comité federal de Mercado Abierto de la Fed tiene programado revisar los tipos de interés, que desde marzo se encuentran en el rango de entre el 0 % y el 0.25 %, en su reunión del 15 y 16 de septiembre.