Recao, un emprendimiento en sector de los alimentos que optan por productos naturales y sin conservantes.

Santo Domingo, RD.-Hoy más que nunca, las personas parecen estar conscientes de lo que consumen. A medida que la sociedad tiene acceso a cada vez más información sobre los productos que ingieren, se vuelven más críticos sobre sus elecciones. En ese tablero, los alimentos “hechos en casa” o “100% naturales”, o al menos sin conservantes, entran al juego como opciones saludables.

“Me di cuenta de que la existencia de productos como los que vendemos, sin conservantes, era nula o casi nula en algunos”. Así comienza a narrar Evander Rojas Beato sobre Recao, un emprendimiento que ofrece untables con opciones para todos los gustos

El joven, de 23 años, que se abre camino en un mercado cada vez más monopolizado como el de los alimentos, comenta que una de sus pasiones siempre ha sido la cocina. “Yo sabía que emprender no era fácil, (si lo iba a hacer), debía hacerlo con algo que me apasionara”, explica.

Origen

El espíritu empresarial acelera el crecimiento económico y Recao es un ejemplo. Es el producto de la presión que ejerce la sociedad sobre los jóvenes con cierto grado de responsabilidad, “para que sean productivos, para que colaboren en sus hogares y para que sean exitosos”, dice Evander.

Como todos los comienzos, cuenta que el ritmo de trabajo fue lento en un inicio, “bastante”, resalta. “Yo sabía que estaba tratando con materia prima muy delicada y lista para ingerir”, reflexiona. Como no contaba con todo lo necesario para “de una manera fácil y rápida garantizar calidad e higiene”, explica que le tomaba “mucho tiempo” hacer hasta cinco frascos de cualquier salsa. “Para mantener todo en orden”, agregó.

El capital semilla de su emprendimiento fue de RD$10,000. “Fue un regalo que me hicieron por mi cumpleaños y que fue lo que utilicé para la compra de mis primeros frascos, impresiones y materia prima”, revela.

Sin embargo, debido a la falta de educación financiera y desconocer el proceso en sus inicios, lamenta que compró “demasiada” materia prima. “Tuve una merma grandísima y perdí cerca de una 60% del capital semilla”, sostiene.

“Si sacamos cálculos, creo que perdí más de un 60% porque no tuve retribución, la materia prima la utilicé para los kits del giveaway (regalo), o sea, no eran ventas”, explica.

Emprendimiento

Cuando oficializó Recao, inmediatamente iniciaron los pedidos. También, como estrategia, para dar a conocer la marca, realizó concursos y regalos. “Pasos pequeños y sencillos” (para comenzar), dice.

Todo proceso de emprendimiento, para que tenga éxito, requiere de estudiar el mercado. Eso hizo Evander. “Salí por todos los supermercados” para conocer las opciones. “Recao suple una necesidad y al mismo tiempo es una alternativa. Son productos frescos, sabrosos y sin conservantes”, señala.

Otra característica que debe tener todo emprendedor es visión y no limitarse. El joven estudiante de ciencias políticas dice que su producto, aunque viene en presentaciones de frascos, también está disponible para restaurantes, cafeterías y cualquier otro negocio de comida que desee incluirlos en su oferta gastronómica, “por lo menos hasta que Recao sea un restaurante”, comenta entre risas.

“Siempre he querido tener un restaurante y bajo el concepto de ‘farm to table’ (del campo a la mesa) creo que se acomoda muy bien a toda la filosofía de Recao”, indicó. Actualmente, cuenta con una cartera de más de 90 clientes, “de los cuales unos 28 son recurrentes y los demás han comprado en una sola ocasión”, principalmente porque en su mayoría son de otras provincias que han estado o cruzado por Santiago, donde vende y distribuye sus productos.

En su catálogo tiene, a la fecha, el pesto de albahaca (RD$300.00), salsa picante de tomate (RD$275.00), alioli de ajo y recao (RD$250.00), salsa picante de tomate (RD$150.00), pico de gallo (RD$150.00) y una honey mustard de chinola (RD$150.00).

Vienen en frascos de cristal con un contenido neto de 220 gramos, y que promete que pronto estarán ampliando a presentaciones más grandes y más pequeñas. “El producto más vendido y que me sorprende porque es el más costoso, ha sido el pesto, seguido del alioli de ajo y recao. En tercer lugar, de las más vendidas está la salsa de piña picante”, puntualizó.

En lo que llega a ese nivel que tanto desea, explicó que tanto él como los emprendedores, para avanzar sus metas, necesitan inversión, dinero y personal. “Obviamente los clientes siempre son necesarios y no pesan para nada, nunca serán suficientes clientes”, finaliza entre risas.

Comparte la Noticia:

Por El Dinero