Economistas sugieren al Gobierno realizar estudios de impacto que midan los resultados de cada proyecto ejecutado.

Santo Domingo, RD.-La pobreza es definida como la falta de oportunidades y recursos de una persona para satisfacer necesidades básicas. Para el asesor económico Carlos Ramos, la población en esta situación tiene restricciones de liquidez, lo que conlleva a estar en desigualdad con su semejante en temas como acceso a salud y educación de calidad.

La tasa de pobreza monetaria en República Dominicana pasó de 21% a 23.4% entre 2019-2020, lo que equivale a 274,557 dominicanos más en pobreza general, de acuerdo con datos del Boletín de Estadísticas Oficiales de Pobreza Monetaria, elaborado por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD).

Ante esta problemática, el Gobierno dominicano ejecuta 10 programas sociales que contribuyen a reducir la pobreza en este segmento de la población. Sin embargo, estos programas representan una carga económica para el fisco. Entre 2004 y marzo de 2022, la Administradora de Subsidios Sociales (Adess) registra un monto otorgado de RD$237,140.6 millones a 4,501,653 beneficiarios.

Con la creación del primer proyecto llamado “Aliméntate” (2004), el organismo contabilizó 5,763 beneficiarios por RD$6.1 millones. Sin embargo, en marzo de 2022 se registran 1,199,044 beneficiarios (RD$5,655.4 millones), es decir, un aumento de 92.6% respecto a su inicio. Además, es el programa con la mayor ponderación con 64.4% (RD$152,652.7) del monto total del período analizado (RD$237,140.6 millones).

Para Ramos los programas sociales han tenido un “gran impacto” en la reducción de la pobreza, sin embargo, entiende que las transferencias funcionan más que los subsidios.

Los subsidios incentivan a cambiar el comportamiento de la población. Es el pensamiento del economista, quien explica que los dominicanos perciben los precios de la luz eléctrica más altos. “El desmonte del subsidio eléctrico evidencia que la luz es cara y que las autoridades debieron aplicar mejores políticas sobre una generación más barata, inversiones y mejorar la distribución eléctrica”, asegura.

Con los programas Aprende con 499,358 beneficiarios, Avanza (310,752) y el incentivo a la educación superior (61,993), Adess contabiliza montos desembolsados por RD$8,785.5 millones, RD$4,649.6 millones y RD$1,867.3 millones, respectivamente.

La asistencia de suplementos alimenticios y medicamentos para envejecientes totalizan 187,627 beneficiarios por RD$5,583.2 millones. Para incentivar a los agentes policiales, el Gobierno establece una ayuda de RD$1,500 mensual. Este programa registra 40,187 usuarios (RD$2,552.1 millones).

El beneficio de la tarjeta bonogas asciende a RD$3,420 mensuales a los chóferes por la compra del gas licuado de petróleo (GLP), con el fin de mantener estables los precios de los pasajes en el transporte público. Esta contribución beneficia a 21,882 personas por un monto de RD$8,010.2 millones. Mientras, el bonogas hogar otorga RD$228 mensual a 1,334,893 personas en pobreza extrema, con un monto otorgado de RD$31,397.2 millones. Sin embargo, bonoluz (RD$444 en promedio) registra 589,940 beneficiarios (RD$21,642.3 millones), 55.8% menos que bonogas.

Para la economista Magdalena Lizardo, que participó junto a sus colegas en un conversatorio organizado por Intec y elDinero en ocasión del Día Nacional del Economista, la red de protección social reconoce que existen hogares y familias que están en condiciones de mayor desventaja que los demás.

“Tenemos que distinguir cuáles programas están atendiendo a condiciones estructurales que necesitan de apoyo, asegurando acceso a servicios de salud, educativos y oportunidades de desarrollar capacidad de empleo” indica.

Pandemia

El informe del MEPyD indica que los programas sociales implementados por el coronavirus, como “Quédate en casa”, “Fase” y “Pa’ ti”, evitaron que 594,754 dominicanos estuvieran bajo la línea de la pobreza monetaria.

Para el economista Richard Medina, las ayudas económicas durante la pandemia, no solo amortiguaron la caída del desempleo, sino que evitaron un aumento mayor de pobreza en la nación dominicana.

“Los programas que se establecieron de manera de emergencia y provisional sirvieron para ese propósito, contener el aumento de la pobreza en un momento que se llamaba un choque negativo al nivel de oferta y demanda”, expresa.

Aclara que si los programas continúan de forma permanente los resultados pueden variar. “Las autoridades deben enfocarse en un método para que quienes ingresen puedan salir con algún resultado”.

A dos años de volver a la normalidad, el Gobierno sigue impulsando varios programas sociales que se traducen en la entrega de bonos para mitigar la crisis inflacionaria que viven los países por la guerra rusa-ucraniana.

El jefe de Estado, Luis Abinader, informó que serán entregados RD$1,500 mensual a un millón de familia de escasos recursos. La creación del bono “Tu familia va primero” es sinónimo de un gasto de RD$1,500 millones.

Ante esto, Medina afirma que cuando se crean políticas públicas debe ir de la mano con un sistema de monitoreo de evaluación de impacto, para saber si están funcionando correctamente.

Para el asesor del Banco Central, Harold Vásquez, los Gobiernos deben realizar estudios de impacto que midan los resultados de los programas sociales ejecutados y de esa manera cuantificar quienes fueron los beneficiarios para definir si salieron de la linea de pobreza monetaria.

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Por El Dinero