El 79.5% (US$5,162.8 millones) de los recursos recibidos en 2018 se queda en diez demarcaciones.
Las remesas representan una entrada importante de divisas para la economía dominicana. Cada año el país recibe recursos enviados por los criollos que viven en el extranjero. Desde 2010 hasta el año pasado el monto percibido por ese concepto ascendió a US$43,197.8 millones.
En los últimos nueve años la recepción de remesas presenta una tendencia creciente. En 2010 totalizaron US$3,682.9 millones, mientras que el año pasado la cifra ascendió a US$6,494.1 millones, lo que significa un aumento de un 73.3% (US$2,811.2 millones).
Esas transferencias conforman la segunda fuente de divisas del país, después del turismo, y actualmente representan más ingresos que las zonas francas y que las exportaciones nacionales.
A juicio del economista Miguel Collado Di Franco, del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), esos recursos que reciben las familias dominicanas sirven para mejorar su situación económica e incluso ayudan a muchos a progresar.
“Puede verse como un pacto posible en la disminución de la pobreza en República Dominicana y el incremento de los ingresos por remesas que se pueden recibir por sector”, explica.
El economista Pavel Isa Contreras coincide con Collado Di Franco al afirmar que ese dinero proveniente de las remesas se dirige a la manutención de los hogares que reciben los recursos y, por lo tanto, reduce la brecha de pobreza y sirve para comprar bienes de consumo.
Un estudio elaborado por Salvador A. Bonilla Leal, del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA), destaca que las remesas han mejorado la calidad de vida de un número muy importante de hogares dominicanos y han disminuido su nivel de pobreza.
Además, contribuyen al financiamiento de su gasto de consumo, educación, salud, vivienda y, en algunos casos, también de negocios familiares, explica el informe trabajado conjuntamente con el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), del grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
No obstante, las provincias que reciben más dinero de los dominicanos residentes en el extranjero no son las más pobres del país. El 79.5% (US$5,162.8 millones) de las remesas recibidas se queda en diez provincias, según los datos a diciembre del año pasado.
Recepción de remesas
El Distrito Nacional encabeza la lista, al recibir US$2,065.1 millones durante 2018, que representa el 31.8% del total. Si se compara con 2017, cuando esa demarcación recibió US$1,874 millones, el incremento sería de US$191.1 millones, para una variación de un 10.2%.
De acuerdo con las estadísticas del Banco Central, hasta abril de este año el Distrito Nacional había recibido US$706.9 millones, es decir, un 31% de los US$2,280.3 millones que totalizaron las remesas en ese período.
La segunda demarcación más beneficiada es Santiago, con US$869 millones en 2017, que equivale al 14.7% del total. En 2018 recibió US$967.6 millones, lo cual representa un aumento de US$98.6 millones (un 11.3%). En los primeros cuatro meses de este 2019 los habitantes de la ciudad corazón recibieron US$348.9 millones, es decir, un 15.3%.
Santo Domingo queda en el tercer lugar, debido a que en 2017 percibió US$603 millones (10.2%), mientras que en 2018 la cifra tuvo un crecimiento absoluto de US$20.4 millones, que en términos porcentuales significa un 3.4%. En el período enero-abril de este año captó US$207.5 millones (un 9.1%).
Con US$344.2 millones (5.3%) recibidos en 2018, Duarte ocupa el cuarto lugar de las demarcaciones receptoras de remesas. En 2017 captó US$307.4 millones y al comparar el monto con el año pasado presenta un aumento de US$36.8 millones (un 11.9%). A abril de este año las transferencias sumaron US$129.9 millones, que significa un 5.7% del total.
La Vega se ubica en la quinta posición. El año pasado los habitantes de esa provincia recibieron US$272.8 millones, cifra superior en US$24.5 millones (9.9%) captados en 2017, cuando las remesas de esa provincia totalizaron US$248.3 millones. En abril de este año la cifra totalizó US$95.8 millones (4.2%).
Peravia y San Cristóbal son las únicas provincias que aparecen en la lista del Sur, la región más pobre del país. Peravia se sitúa en el sexto lugar, debido a que en 2018 captó US$214.3 millones, US$19.2 millones más que en 2017 (US$195.1 millones), para un crecimiento de un 9.8%. A abril de 2018 había recibido US$75.2 millones, un 3.3% del total.
En el séptimo lugar se encuentra Puerto Plata, con US$201.3 millones (3.1%) percibidos en 2018. Con respecto a 2017, cuando recibió US$189.2 millones, el aumento fue de un 6.4% (US$12.2 millones). En los primeros cuatro meses la cifra totalizó US$70.7 millones.
El Banco Central registra a San Cristóbal en el octavo puesto, con US$188.3 millones (2.9%) captados en 2018, para un incremento de US$10.9 millones (6.1%) en comparación con 2017. Hasta abril de este año recibió US$66.1 millones.
En las últimas posiciones están Espaillat y San pedro de Macorís. Ambas provincias percibieron remesas por US$130 millones en 2017, mientras que el año pasado el monto ascendió a US$142.9 millones (2.2%), por lo que presentan un crecimiento de un 9.9% (US$12.9 millones).
Las demás provincias del país recibieron US$1,331.3 millones durante 2018, cifra que representa el 20.5% de las remesas. Dentro de ese grupo se encuentran las más pobres de República Dominicana.
Distribución de la pobreza
El Mapa de la Pobreza en República Dominicana publicado por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) en 2014 establece que las diez provincias más pobres son: Elías Piña, seguida de Pedernales, Bahoruco, Independencia, El Seibo, Monte Plata, Barahona, Azua, San Juan y Hato Mayor.
En tanto, las diez provincias con menor tasa de pobreza general están conformadas por el Distrito Nacional, Monseñor Nouel, Santiago, La Vega, Santo Domingo, Espaillat, San Cristóbal, Hermanas Mirabal, Puerto Plata y María Trinidad Sánchez.
Los economistas Isa Contreras y Collado Di Franco afirman que las provincias menos pobres se benefician más de las remesas porque para migrar hay que tener recursos.
“Mientras que en las provincias donde el nivel de pobreza es menor la proporción que emigra es mayor, porque tienen mayor capacidad para migrar y eso se traduce en mayor flujo de remesas hacia esas provincias”, resalta Isa Contreras.
Collado di Franco entiende que se explica por las facilidades para poder viajar y los ingresos previos que ya tenían las personas que emigraron y sus familiares.
Impacto negativo
Además de todos los beneficios que acarrean las remesas para el país, también representan un impacto negativo que es explicado por los economistas.
De acuerdo con Collado Di Franco, la desventaja de las remesas queda evidenciada “en la dependencia de la economía de los individuos de unos ingresos que son generados en el exterior”.
Asegura que también se puede crear cierta distorsión en la economía, porque esos ingresos no están siendo generados por factores relacionados con los fundamentos de la economía.
“Son ingresos que están llegando del extranjero a las personas de aquí, que dependen de ello, pero que no están determinados por las condiciones de la economía dominicana”, detalla.
El otro impacto negativo que menciona Isa Contreras es que se trata de un volumen de recursos que recibe la economía y que hace que la oferta de divisas sea mayor que la que sería si no lo tuviera.
“Eso hace que el precio de la divisa sea más bajo de lo que deberá. Significa que el tipo de cambio, gracias a las remesas, es menor al tipo de cambio que hubiese en el mercado sin las remesas”, señala.
Esa sobrevaluación del tipo de cambio fomenta las importaciones y desestimula las exportaciones, por lo que contribuye a una balanza comercial negativa.
Crecimiento
El incremento de las remesas en los últimos años puede estar determinado por el crecimiento de la economía de Estados Unidos, de donde provino el 77.4% (US$ 5,026.4 millones) de los envíos realizados en 2018.
Para Collado Di Franco ese aumento también ha sido promovido por la administración de Donald Trump. “Tal vez las personas, por un temor relacionado a la política migratoria y la posibilidad de ser deportado, empezaron a hacer mayores envíos de dinero”, indicó.
Cifra sin precedente de remesas a nivel mundial en 2018
Las remesas a países de ingreso bajo y de ingreso mediano alcanzaron una cifra sin precedente en 2018, según la última edición de Migration and Development Brief (Reseña sobre migración y desarrollo) del Banco Mundial.
La entidad estima que los flujos anuales de remesas a países de ingreso bajo y de ingreso mediano registradas oficialmente alcanzaron los US$529,000 millones en 2018, lo que representa un aumento del 9.6% con respecto al récord anterior, de US$483,000 millones en 2017. Las remesas mundiales, que incluyen los flujos hacia países de ingreso alto, alcanzaron los US$689,000 millones en 2018, en comparación con US$633,000 millones en 2017.
En 2018, los flujos de remesas enviadas a América Latina y el Caribe crecieron un 10%, hasta alcanzar los US$88,000 millones, impulsados por la solidez de la economía estadounidense.
México siguió siendo el principal receptor de remesas de la región, con alrededor de US$36,000 millones en 2018, es decir, un 11% más respecto al año anterior. Colombia y Ecuador, que tienen migrantes en España, registraron un crecimiento de las remesas de un 16% y un 8%, respectivamente.
Otros tres países mostraron un crecimiento de dos dígitos de estos flujos: Guatemala (13%) y República Dominicana y Honduras (11% cada uno), lo que refleja las cuantiosas remesas enviadas desde Estados Unidos.