La sandía es la fruta del verano. En Estados Unidos es más popular que el melón cantalupo, el melón dulce y todos los demás melones juntos.

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También es buena para el cuerpo, sobre todo en los días calurosos. A continuación, un resumen de las cualidades más saludables de la sandía, además de algunas recetas frescas y deliciosas del New York Times Cooking.

El nombre de la sandía en inglés, watermelon, es un nombre muy apropiado, porque contiene más del 91 por ciento de agua. Cuando te comes un trozo de tamaño medio (unos 280 gramos), te estás bebiendo un vaso lleno de agua.

La hidratación hace que el cuerpo funcione como debe, desde el riego sanguíneo hasta la regularidad intestinal. El agua de la sandía ayuda a mantenerse hidratado, lo que puede ser muy beneficioso cuando hace calor, ya que se pierden más líquidos a través del sudor.

“Nuestros cuerpos reconocen y utilizan las moléculas de agua independientemente de su procedencia”, afirmó Tamara Hew-Butler, especialista en medicina deportiva de la Universidad Estatal de Wayne. “Los alimentos altos en humedad como las frutas, las verduras y las sopas se consideran fuentes de agua”.

Las personas mayores, en particular, podrían encontrar más fácil y agradable obtener parte de sus líquidos a través de la fruta, dijo Amy Ellis, dietista y profesora asociada de nutrición en la Universidad de Alabama. Suelen sentir menos sed y, por tanto, beben menos, una de las razones por las que corren un mayor riesgo de deshidratación y enfermedades relacionadas con el calor durante una ola de calor.

Como la sandía es sobre todo agua, también tiene pocas calorías: una ración de una taza contiene solo 46 calorías.

“Algunas personas piensan que tiene un alto contenido de azúcar porque sabe muy dulce, pero en realidad es muy moderado”, dijo Ellis. Una taza de sandía en trozos contiene unos 9,5 gramos de azúcar, menos que los 13 gramos de una taza de manzanas troceadas o los casi 15 gramos de una taza de arándanos.

Es lo bastante poco como para que la fruta no provoque picos de azúcar en sangre, agregó Joanne Slavin, dietista y profesora de ciencias de la alimentación y nutrición de la Universidad de Minnesota.

Sin embargo, las calorías son energía, por lo que la sandía por sí sola no será suficiente combustible para tu cuerpo, explicó Samantha Dieras, dietista y directora de servicios de nutrición ambulatoria en el Hospital Mount Sinai. Pero cuando comes sandía como parte de una dieta equilibrada, su contenido en agua y su sabor dulce pueden ayudarte a sentirte saciado.

La sandía no contiene grasa ni sodio, lo que es bueno para el corazón. Pero aún no sabe con certeza si la sandía desempeña un papel activo en la reducción del riesgo de enfermedades del corazón, dijo Slavin.

Tanto Slavin como Ellis y Dieras sugirieron que el aminoácido L-citrulina y el micronutriente licopeno —ambos abundantes en la sandía— podrían mejorar la salud del corazón. Estas ideas tienen lógica, según Slavin.

Los científicos saben que los riñones convierten la L-citrulina en óxido nítrico, que puede relajar las paredes arteriales y reducir la presión arterial. Y el licopeno, una sustancia química presente en ciertas plantas, puede reducir la inflamación, que está relacionada con las enfermedades cardíacas. La gente tiende a asociar el licopeno con los tomates, pero la sandía tiene más.

Aun así, los estudios realizados en humanos con financiación independiente que analizan directamente el efecto de la sandía sobre la salud cardíaca no han mostrado mejoras apreciables. “La sandía no es una varita mágica”, afirmó Ellis, quien dirigió uno de los estudios. “No va a desplazar a la medicación para la tensión arterial ni nada por el estilo. Pero si se incorpora a una dieta con alimentos ricos en nutrientes, puede ser algo bueno para la salud vascular”.

La sandía no se presta bien a los procesos de enlatado, deshidratación o congelación, dijo Slavin, lo que hace más difícil disfrutarla fuera de temporada. Cree que ésta es una de las razones por las que esta fruta es tan apreciada.

“La sandía es verano y felicidad”, afirmó. “Cuando alguien abre una sandía fresca y te da un trozo, es cuando está en su mejor momento”.

También es deliciosa en una ensalada, sopa o bebida gaseosa. A continuación, algunas recetas de NYT Cooking Cooking para empezar.

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