La novedad de Betts ha sido verlo como campocorto, que únicamente había cubierto en niveles inferiores y no lo hacía desde 2012.

Santo Domingo, RD.-Las condiciones atléticas de los jugadores de béisbol han sido tradicionalmente menospreciadas, motivado al tratarse de un deporte donde pueden coexistir aquellos con músculos definidos o quienes cargan con unas “libritas”.

Jazz Chisholm Jr. y Mookie Betts han entrado al lineup para cambiar esa percepción. El primero, naturalmente defensor del cuadro, ha sido movido por los Marlins de Miami al jardín central, mientras que, el segundo, ha pasado de ser uno de los mejores patrulleros para regresar a vivir tiempo en la segunda base y el campocorto.

Estas transiciones no suelen suceder de la noche a la mañana, aunque la capacidad de los anteriormente citados permite que por sus trabajadas piernas y un potente brazo puedan desplazarse con éxito en cualquier posición con “fácil” adaptación.

De acuerdo con Baseball-Reference, Chisholm Jr. no había tenido en ningún momento apariciones como jardinero desde que se convirtió en pelotero profesional, aun cuando solo ha cometido un error con el paso de 195 entradas en el central. Esto solo puede ser posible con el atrevimiento que toman los Marlins con la base del atletismo que conserva la figura en cuestión.

A pesar de no haber accionado en las praderas en ningún punto, el nativo de Bahamas estuvo en el top seis de los corredores más rápidos de Grandes Ligas con recorrido de 29.2 pies por segundos durante el 2022, lo que funciona como la plataforma de su cambio.

Contando con veloces piernas, el insignia de los Marlins se permite cubrir 1.5 pies por encima de lo que puede hacer un jardinero en promedio. También posee la capacidad de reaccionar al instante, alcanzando batazos como pocos defensores podrían.

El caso de Betts es distinto, porque este al menos acumulaba experiencia en la intermedia pese a que su trayectoria ha estado ligada en mayor medida al jardín de la derecha, teniendo desde allí la reputación defensiva con nivel de excelencia.

La novedad ha sido verlo como campocorto, que únicamente había cubierto en niveles inferiores y no lo hace desde 2012. Sin embargo, este año ha participado en 22 episodios en los que no ha cometido pifias.

Los Ángeles Dodgers pueden tolerar moverlo de posición al evidenciar cómo introduce en su juego cada letra de la palabra atleta. En la pasada campaña, el veterano de 30 años promedio velocidad de 89.2 millas por hora con sus disparos desde el jardín derecho, además de ser conocido como buen corredor en su carrera, habilidades que conjugadas le otorgan una rápida adaptación en diferentes posiciones alrededor del terreno.

Hemos conocido el caso de Shohei Ohtani que puede batear y lanzar con nivel élite, mientras que tenemos en Daulton Varsho un buen corredor que de forma conjunta puede desplazarse en el bosque central y la receptoría.

Estos casos reivindican la personalidad atlética que se requiere para desempeñarse con visibilidad en el béisbol, contrario a pensamientos habituales de que se trate de un deporte para mazacotes.

Por: Carlos Moreta

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