El rey Carlos III del Reino Unido habría retirado el equipo de seguridad a su hermano menor, el príncipe Andrés, a fin de presionarlo para que finalmente abandone la residencia de Royal Lodge, informa The Sun.
El monarca ha estado pagando guardias privados en la lujosa mansión situada a unos cinco kilómetros del castillo de Windsor, después de que el duque de York perdiera la protección oficial en 2022 tras el escándalo de tráfico sexual de Jeffrey Epstein.
Una fuente dijo al tabloide que el equipo de seguridad de diez personas tiene contrato “hasta finales de octubre” y “no se cree que se busque a nadie para su reemplazo”.
El rey lleva mucho tiempo intentando que su hermano se mude de Royal Lodge, pero hasta ahora el príncipe Andrés se ha negado a marcharse de la casa en la que vive con su exesposa Sarah Ferguson. Para lograr que se vaya, se habla incluso de que Carlos III podría quitarle la subvención de 4 millones de libras (alrededor de 5,2 millones de dólares) anuales.
Según reportes previos, la idea del monarca es que el duque de York se instale en la antigua residencia del príncipe Harry y Meghan Markle, Frogmore Cottage, más modesta que su actual residencia, que cuenta con 30 habitaciones, que podría estar destinada a ser el nuevo hogar de los príncipes de Gales, Guillermo y Kate, y sus tres hijos.