La interacción entre familia, la comunidad y la escuela es vital para el éxito del estudiante. 

Cuando los padres y todo el colectivo de personas que intervienen directamente en el proceso educativo, se integran de manera activa, los resultados del proceso educativo son positivos para los estudiantes.

Si asumen ese compromiso, entonces los niños y jóvenes, también se apoderarán de su rol y responsabilidades escolares. Como resultado, podrán lograr las competencias previamente planificadas para cada período o año escolar, las cuales, se evidenciarán en los indicadores de logros y en personas cada vez más competentes para resolver situaciones prácticas de su vida.  

Indiscutiblemente, la familia y la comunidad tienen una parte muy importante en la escuela. Los padres deben asumir su función de dar seguimiento a sus hijos con una buena comunicación y coordinación con los maestros o facilitadores, pero de igual forma, los docentes con los padres de sus estudiantes.

La comunidad influye directamente en los procesos educativos, ya que de ese contexto en que se mueven los estudiantes, logran importantes aprendizajes que luego llevan a la escuela. 

Pero también, ellos mismos devuelven a su entorno las nuevas competencias logradas, a través de las reflexiones y actividades realizadas a partir de los procesos educativos.

Las reflexiones se dan con el profesor como guía, y los aportes de los demás compañeros, tomando como referencia esas experiencias y relacionándolas con lo demostrado científicamente.

Es importante, que los docentes se aseguren de que realmente ocurran estos intercambios o socialización entre los compañeros, y estar claros de que, dicha socialización debe ocurrir aun cuando las clases se impartan en modalidad virtual, a través de metodologías activas y participativas para entornos virtuales.

El proceso reflexivo, puede aclarar y mejorar cualquier posición errónea que tenga el estudiante ante alguna situación particular, vista o aprendida en su entorno, medio de comunicación o cualquier otra vía, quizás no positiva. 

De esa forma se pueden fortalecer aquellos valores y competencias que le ayudarán a resolver situaciones prácticas de la vida.

Por tanto, son los niños y jóvenes los que posterior a las reflexiones y devuelven dichas informaciones nuevamente a la misma comunidad, pero con una nueva luz, adquirida en el desarrollo de las actividades: procesos de lecturas, socialización con los compañeros, con los facilitadores o docentes y otras

Asimismo, si existe una buena participación entre padres y todos los entes del proceso, se pueden planificar acciones desde la escuela, para enfrentar, guiar, dirigir mejor, cualquier situación del estudiante y su entorno, que esté influyendo en el logro o no de las competencias.  

De esta manera, dichas planificaciones serán realizadas de acuerdo a la realidad concreta e intereses de los estudiantes y en consecuencia, las actividades más motivadoras para ellos. 

Cuando el docente, a través de la buena comunicación con los padres y toda la comunidad, conoce más a fondo el contexto específico de los estudiantes, el proceso dará como resultados un mejor clima de aula, favoreciendo el estado emocional del estudiante y al mismo tiempo el logro de las competencias.

Unidos, siempre unidos se deben elaborar proyectos, con miras al logro de competencias, dando un buen seguimiento, que beneficien directamente a la vida familiar y a la sociedad misma, logrando la autonomía del estudiante para resolver situaciones prácticas que se les presenten en el diario vivir.

Por tanto, los padres, los representantes de la comunidad, gestores, docentes, orientadores y estudiantes, debemos unir esfuerzos con una buena relación, coordinación y comunicación para la educación. 

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