Alexander Khokhólikov, embajador concurrente para El Salvador, confirmó a RT que el país centroamericano ha adquirido un millón de dosis de la vacuna Sputnik V.
El Salvador es un territorio de poco más de 20.000 kilómetros cuadrados y 6,8 millones de habitantes, ubicado en América Central. En las últimas semanas, se está hablando cada vez más de este país por el progresivo deterioro de las relaciones entre los gobiernos salvadoreño –encabezado por Nayib Bukele– y estadounidense –liderado por Joe Biden.
Las tensiones con Washington arrancaron desde que asumió la administración Biden, en enero de 2020, pero los tonos escalaron tras el golpe legislativo del 1º de mayo, cuando los diputados afines al bukelismo destituyeron en cuestión de horas la Sala de lo Constitucional y la Fiscalía General de la República.
Estados Unidos condenó lo sucedido, y el presidente Bukele respondió con un viraje sin precedentes hacia otras potencias mundiales; China en primera instancia, pero también Rusia.
Para profundizar en este nuevo escenario, RT entrevistó a Alexander Khokhólikov, de 64 años, diplomático de carrera que desde noviembre de 2020 funge como embajador de Rusia en Nicaragua, concurrente en El Salvador y Honduras. El miércoles 19 de mayo, el embajador Khokhólikov y el presidente Bukele mantuvieron una breve pero intensa reunión, que el propio presidente Bukele es esforzó en dar a conocer.
RT: ¿Usted se había reunido antes con el presidente Bukele?
A.K.: No, no había tenido el placer de conocerlo en persona.
RT: Ese día hubo entrega de credenciales de cinco embajadores, pero el presidente Bukele sólo compartió en Twitter el encuentro con usted. ¿Significa algo?
A.K.: No me parece sorpresivo, porque Rusia es un país que juega un papel importante en la palestra internacional. También creo que lo hizo por el contenido de nuestra conversación. El presidente Bukele habló de derecho internacional, de la carta de la ONU que establece la no intervención extranjera en asuntos internos, y de la cooperación mutuamente ventajosa entre países grandes y pequeños. Esos son principios del derecho internacional que nosotros tratamos de defender, y en eso coincidimos con el presidente Bukele.