La selección de los empleados, por género y áreas, no está tan cerca de la realidad local.

Santo Domingo.-El proyecto piloto desarrollado por el Ministerio de Trabajo y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) para aplicar la Semana Laboral Reducida (SLR) en seis empresas del país ofreció resultados positivos en cuanto a las metas de productividad y reducción del estrés. Sin embargo, también demuestra que su aplicación, en cualquier escenario, sería limitada a determinados departamentos o áreas de empresas específicas, no en todas, aun cuando eventualmente la ley vigente lo permitiera.

El piloto incluyó a 492 trabajadores de las organizaciones privadas y estatales Empresa Distribuidora de Electricidad del Norte (Edenorte), Empresa Generadora de Electricidad Haina (EgeHaina), Ergotec, IMCA, Sistema Único de Beneficiarios (Siuben) y el Seguro Nacional de Salud (SeNaSa).

En esas empresas se redujo la jornada semanal en un promedio del 15%, y lograron que sus objetivos empresariales se cumplieran “siempre” en un 91% y “casi siempre” en un 9%.

“Estos resultados indican que la reducción de horas no afectó las metas estratégicas ni operativas de los departamentos involucrados”, indica el informe de resultados. Agrega que, además, el 96% de los supervisores consultados no requirió más trabajadores para cumplir con las funciones habituales.

Limitaciones

Entre los factores a considerar que limitan los resultados está el hecho de que en República Dominicana la semana laboral es de 44 horas, mientras que las empresas participantes, en condiciones regulares, tienen un promedio de 39 horas semanales en sus respectivas jornadas.

Esto indica que el piloto, al lograr la reducción de la jornada en un 15%, para llevarla a 36 horas, que es el objetivo inicial, tuvo un cumplimiento parcial, pues, pues, en caso de que fuera de 44 a 36 horas, la reducción debió ser de al menos un 18.1%.

Otro elemento a considerar es que las empresas participantes seleccionaron personal de tres áreas específicas (servicios, administrativo y comercial), en las cuales, para cualquier empresa, se puede trabajar con variación de horario sin necesariamente afectar los resultados de productividad.

Por esa razón, aun cuando la empresa en cuestión sea de un sector de servicios, como el turismo o el comercio, el personal a ensayar con jornadas de menos de 44 horas a la semana tendría que ser de áreas específicas, las que son consideradas menos intensivas.

Para una empresa de producción intensiva, como una zona franca industrial y de call center, la reducción del horario de trabajo tendría impacto directo sobre la productividad, por lo que su aplicación sería limitada en costos y resultados.

Incluso, también se produjo una diferenciación en cuanto a la selección del personal por género, pues no se adaptó a lo que actualmente impera en el mercado laboral local. En el mercado laboral formal de República Dominicana la proporcionalidad en la cantidad de trabajadores por género es de 55% hombres y 45% mujeres, pero para el piloto de la SLR, de los 492 empleados participantes, el 62% eran de sexo femenino y solo un 38% masculino.

Gobierno

El ministro de Trabajo, Luis Miguel de Camps, informó que el piloto de SLR es un ejercicio que busca ampliar las alternativas que pueden tener las empresas para hacer más efectiva su productividad y a la vez contribuir con una mejor condición de vida para sus empleados o colaboradores.

Sin embargo, aclaró que “en todo caso” un práctica laboral como esa debe ser de aplicación voluntaria y parcial, pues nunca puede ser una imposición o decisión unilateral de alguna empresa. Además, no puede afectar los niveles salariales de los trabajadores, aun cuando se acuerde reducir la cantidad de horas en que trabajen.

En lo referente a las características de cada empresa, el funcionario reconoce que hay organizaciones productivas y de servicios, públicas como privadas, que no podrían reducir la cantidad de horas establecidas en el Código de Trabajo, debido a que sus niveles de producción podrían verse afectados.

Participación

La evaluación técnica realizada por PUCMM destacó que el 95.3% de los trabajadores reportó un incremento en su calidad de vida, y el 93.8% mencionó que el tiempo adicional les sirvió para otras actividades. Asimismo, hubo una disminución del estrés en un 76% y una mejora en el balance entre la vida laboral y personal en un 88.6%, según la autopercepción de los trabajadores.

Los hallazgos fueron expuestos por la profesora Julissa Pichardo, decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de PUCMM e investigadora principal, y por la doctora Pura Martínez, investigadora asociada.

El 70% de los supervisores percibieron a los participantes con menos estrés.

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Por El Dinero