Los senadores de Argentina dieron marcha atrás al drástico aumento salarial que se habían otorgado y que generó un repudio generalizado que encabezó el presidente Javier Milei.
Así lo confirmó la senadora de la Unión Cívica Radical (UCR), Carolina Losada, quien este martes reveló que todos los partidos acordaron rechazar el aumento en las dietas.
“No se va a cobrar. Se esta presentando una nota en este momento de todos los presidentes de bloque juntos para desengancharse”, aseguró la legisladora.
El lunes se dio a conocer que comenzaría a regir un incremento del 6,5 % en los sueldos del los senadores que les iba a permitir ganar nueve millones de pesos (9.543 dólares) mensuales.
La noticia del aumento generó un escándalo, ya que es la segunda vez que los senadores privilegian sus ingresos en medio de una grave crisis económica que ha incrementado la pobreza de manera acelerada y a niveles históricos.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, repudió el aumento y aseguró que el rechazo es transversal en la sociedad, por lo que debían corregir una “inmoralidad”.
También denunció de manera irónica que este año los senadores solo han realizado seis sesiones, pero su salario ha crecido un 300 %, lo que, en cuestión de productividad, los convierte en los mejores pagos del país.
“En contraposición, los sueldos del Poder Ejecutivo Nacional se encuentran congelados desde el 10 de diciembre. Como representantes del pueblo deberían sentirse avergonzados“, dijo el funcionario en conferencia de prensa.
Crítica de Milei
Milei ya había cuestionado duramente a los senadores por haber aprobado un nuevo aumento que contradice el ajuste que lleva adelante el Gobierno en los gastos del Estado.
El mandatario acusó a los legisladores de haber cometido una “traición al pueblo argentino” y comparó la situación salarial con la de los integrantes del Ejecutivo, que “se encuentran congelados desde el 10 de diciembre”, fecha en la que asumió el poder.
“No hubo aumento de sueldo para ministros, secretarios o subsecretarios. Tampoco para mí, que además renuncié a mi jubilación de privilegio. ¿Por qué? Porque esta administración entiende que el esfuerzo lo tiene que hacer la política, no la gente trabajadora que paga los impuestos”, dijo el presidente al expresar su “máximo repudio” a lo que consideró “un vergonzoso aumento”.
Las declaraciones de Milei intensificaron el enfrentamiento que mantiene con la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien trató de desligarse del escándalo con el argumento de que ella, como presidenta del Senado, sólo tiene injerencia en los salarios de los trabajadores, no de los legisladores.
De hecho, Villarruel convocó a una sesión especial que se llevará a cabo el jueves con el objetivo de que los senadores debatan y aclaren públicamente el escándalo de sus salarios.
“Así terminamos con las sobreactuaciones que parasitan a la política argentina en todos los órdenes y que nos tienen angustiados”, afirmó.