Permanecer en la informalidad, a la larga, se convierte en un obstáculo para el desarrollo de las micro y pequeñas empresas
Santo Domingo, RD.- En República Dominicana se estima que cerca del 60% de las empresas están en el sector informal. Esta situación obedece, entre otros factores, al desconocimiento de los beneficios que se adquieren con la formalidad o al miedo de los propietarios a que se incrementen sus gastos y costos operativos tras verse en la obligación de contratar asesoría contable y pagar impuestos.
El planteamiento lo hizo Robert Morel, contador público y asesor empresarial, al indicar que muchos microempresarios creen que tienen más rentabilidad si no tributan al Estado o no cotizan a la seguridad social. Sin embargo, esta condición, más que favorecerles, les perjudica sustancialmente.
“Las limitaciones de no estar formalizado lo convierten en un negocio de subsistencia sin acceso a los mercados que le permitan crecer y expandirse”, asegura Morel. Esto así, porque pierden la oportunidad de participar en los programas oficiales de apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), adquirir protección legal frente a sus clientes y empleados y ser proveedores del Estado.
También se cierran las puertas de poder exportar y aprovechar los acuerdos internacionales, así como diseñar, fabricar y comercializar sus propios productos, realizar contratos y alianzas con otras empresas formales y acceder a inversionistas y créditos bancarios.
“En fin, la formalización trae muchos compromisos consigo, pero también trae beneficios y oportunidades que impulsan el crecimiento y desarrollo sostenible de un negocio”, recalca.
Mayor incentivo
Incentivar la formalización no es tarea fácil, pues a menos que se sientan seguras de que esto implique un aumento en las ganancias y el flujo de caja, estas pequeñas empresas se mantendrán en la informalidad.
Morel sugiere al Estado quitarles el anticipo a los negocios pequeños, que el impuesto sobre transferencia de bienes industrializados y servicios (ITBIS) se pague en base a las facturas cobradas y no en las emitidas, entre otras facilidades que reducirían la evasión y competencia desleal.
Costo y proceso
Conforme a Morel, el primer paso antes de la formalización es saber si debe declarar su negocio como único dueño o constituir una empresa de socios, así como analizar la forma del pago de impuestos, ventas a créditos, gastos asociados a la formalización, más gastos actuales y el flujo de caja y su impacto.
Una vez haya realizado esto, lo segundo es definir el tipo de empresa que desea, registrar el nombre comercial en la Oficina Nacional de la Propiedad Industrial (Onapi), definir el capital, tener por escrito el objetivo de su empresa (a qué actividad se dedicará), procurar el registro mercantil en la Cámara de Comercio y Producción de la demarcación donde vaya a ser constituida y solicitar el Registro Nacional del Contribuyente (RNC) ante la Dirección General de Impuestos Internos (DGII).
Morel señala que para las empresas que realizan procesos industriales también deben tener otros documentos: registro industrial otorgado por el Centro de Desarrollo y Competitividad Industrial (ProIndustria) y registro sanitario otorgado por el Ministerio de Salud Pública.
El costo para formalizar va a depender del profesional que lo esté realizando, pero el precio ronda entre RD$8,000 y RD$12,000.
Además, el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes tiene en su portal la guía para la formalidad de forma ágil y económica, aunque siempre es recomendable procurar asesoría profesional especializada.