“Los números tienen un lenguaje y dan percepciones no numéricas”, explica Gaurav Jain, que encabezó la investigación.
¿Preferiría una vacuna contra coronavirus con una efectividad del 90 % o del 91,27 %? Sorprendentemente, una nueva investigación sugiere que nuestras mentes tienden a preferir números redondos a los exactos, incluso cuando la segunda opción es objetivamente mejor.
La investigación, publicada en la revista Organizational Behavior and Human Decision Process, involucró a 1.552 participantes y seis conjuntos de datos, para evaluar cómo se percibe la información cuando se usan números exactos o no redondos.
Los resultados mostraron que las personas hacen una pausa para pensar en el número exacto debido a su singularidad, y, como no es fácil de comprender, tienden a compararlo con un estándar ideal fácil de entender, como el 100%. A continuación, como el número exacto no está a la altura del ideal, las personas lo perciben negativamente.
“Los números tienen un lenguaje y dan percepciones no numéricas”, explica el economista conductual Gaurav Jain, del Instituto Politécnico Rensselaer en Nueva York, que encabezó el estudio.
“Cuando usamos números exactos, las evaluaciones disminuyen. No había razón aparente para este tipo de comportamiento, y esto fue increíblemente sorprendente”, sostiene el especialista, añadiendo que “los gerentes y los funcionarios de salud pública deben tener cuidado al usar números no redondos”.