El organismo postergó la entrega del giro de 5.400 millones de dólares que esperaba el Gobierno para septiembre, debido a la incertidumbre política. Sin embargo, aclararon que es “incorrecto” afirmar que el vínculo se haya suspendido.
Sumergida en una crisis política y financiera, Argentina ha insistido esta semana con un nuevo desembolso de 5.400 millones de dólares por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), que debían llegar en septiembre como parte del acuerdo alcanzado en junio de 2018, por un monto récord de 57.000 millones de dólares.
Tras haber anunciado el reperfilamiento de sus deudas, es decir, la extensión de los plazos de pago a acreedores, el Gobierno de Mauricio Macri ha puesto un bálsamo que le permita atravesar los turbulentos días que quedan hasta las elecciones del 27 octubre, y que, a juzgar por el resultado de las primarias de agosto, podrían significar un cambio de rumbo político y el retorno del peronismo al poder en diciembre.
Una situación “extramadamente compleja”
El director gerente interino del Fondo Monetario Internacional (FMI), David Lipton, afirmó el miércoles en una entrevista con la agencia Bloomberg que el país suramericano deberá “esperar un tiempo” para recomponer la relación financiera con el organismo de crédito internacional, por lo que el nuevo tramo del préstamo que esperaba la Casa Rosada no llegará en el corto plazo.
Lipton definió la situación de Argentina como “extremadamente compleja”, y dejó claro que la decisión del FMI es “ayudar a cualquiera que gane” los próximos comicios nacionales. El candidato que triunfó en la primera instancia electoral, Alberto Fernández, adelantó que su plan es una salida “a la uruguaya“. Para salir de una fuerte crisis, en 2003, la nación vecina postergó los pagos de deuda en 5 años.
Este jueves, el vocero del organismo, Gerry Rice, le bajó el tono a las declaraciones del director interino: “He visto los reportes de prensa y debo decir que es incorrecto decir que el FMI puso en suspenso la relación con Argentina”, señaló en una rueda de prensa.
“Hemos dicho antes que el camino hacia adelante es difícil“, manifestó Rice. Y al ser consultado sobre la llegada de esos 5.400 millones de dólares, indicó que el FMI “buscará avanzar lo más rápido posible”, aunque aclaró que “no hay plazos” definidos.
Suspendida o no, la relación no está en el mejor momento. El momento crítico llegó después de las elecciones primarias de agosto, en las que el oficialismo perdió por 16 puntos ante el candidato opositor Fernández.
“Es una salida de manual”
La debacle electoral del Gobierno se vio acompañada por una serie de problemas económicos de gravedad: una devaluación histórica del peso, el salto del riesgo país a más de 2.200 puntos, y una fuerte caída de la confianza en los mercados internacionales. La administración macrista respondió a esa situación con un cambiar de rumbo a sus políticas.
En agosto, Argentina tenía metas monetarias, fiscales y de reservas, más algunos datos indicativos del nivel de actividad y de inflación, que a los ojos del Fondo comenzaban a mostrar las dificultades del Gobierno para alcanzar los objetivos del programa financiero.
“Así como el organismo revisa el pasado, también valora las perspectivas dentro del corto y mediano plazo. Las variables financieras y las decisiones políticas se desordenaron a tal punto que alteraron las metas y generaron incumplimientos básicos, tanto fiscales como monetarios y cambiarios”, explica a RT el economista Facundo Martínez.
Es que, para contener la inestabilidad económica, Argentina anunció una serie de medidas que implicaron la expansión del gasto público: aplicó controles de precios, aumentó la ayuda social, intervino en el mercado de cambios mediante la acción directa del Banco Central e impuso controles de capitales, todo esto por encima de lo previamente acordado con el FMI.
Ante este marco, para el especialista, el Fondo “naturalmente” quiere ver quién gana la elección para determinar bajo qué condiciones continuará el programa con Argentina. “Es una salida de manual. Quien espera otra cosa, no sé qué fundamentos tendrá”, afirma. Y añade que las recientes declaraciones de Gerry Rice tienen un componente claramente “protocolar”.
“Argentina acaba de reperfilar sus vencimientos, o sea, acaba de no pagar una deuda. Esto es lo mismo que si una compañía dejara de pagar una línea de créditos X, el resto de los acreedores que le concedieron créditos, van a suspenderlos”, aclara Martínez.
¿Renegociación en ciernes?
Por su parte, Juan Pablo Costa, economista del Centro de Economía Política Argentina, precisó que “es inevitable” que el próximo gobierno tenga que renegociar con el Fondo Monetario Internacional los términos de su ayuda financiera.
Tras el anuncio de la asunción de la nueva directora del FMI, la búlgara Kristalina Georgieva, el ministro de Hacienda argentino, Hernán Lacunza, mantuvo una breve reunión con la reemplazante de Christine Lagarde, quien le habría dicho que su país está “en el tope de las prioridades del Fondo”, según comunicaron desde la cartera económica.
Lo cierto es que la exdirectora ejecutiva del Banco Mundial tendrá en sus manos la tarea de recomponer las condiciones de un préstamo cuyo monto es récord en la historia del organismo, y que será una piedra en el zapato para quien resulte ganador de las elecciones presidenciales. “Espero con interés trabajar con las autoridades mientras asumo mis funciones el 1 de octubre. Argentina es un miembro importante del FMI y queremos verlo tener éxito”, declaró Georgieva.