Washington y sus aliados se están preparando para prohibir a las empresas de sus países que envíen, financien y aseguren petróleo ruso a partir del 5 de diciembre.
La Casa Blanca habría decidido retrasar el establecimiento de un precio tope para el petróleo ruso hasta después de los comicios legislativos de medio término, que se celebrarán el próximo 8 de noviembre, preocupado por el costo electoral que dicha decisión podría tener para los demócratas, informó The Wall Street Journal, que cita fuentes gubernamentales.
“Los funcionarios no planean establecer un precio máximo antes de las elecciones de mitad de mandato en EE.UU.”, escribe el diario, agregando que la ausencia de condiciones finales sobre cómo funcionaría el límite se debe a las expectativas de volatilidad en el mercado petrolero de cara al 5 de diciembre, cuando entrarán en vigor las restricciones occidentales a la compra de petróleo ruso.
Washington y sus aliados se están preparando para prohibir a las empresas de sus países que envíen, financien y aseguren petróleo ruso a partir del 5 de diciembre, a menos que el petróleo se venda por debajo de un precio establecido, por lo que esperaban finalizar el plan con al menos un mes de anticipación para preparar los mercados petroleros.
Este jueves, la Administración de Joe Biden anunció que está revisando los términos del tope a los precios del petróleo ruso y que planea suavizar las condiciones para aplicar restricciones. Una versión anterior del plan, presentado por el Departamento del Tesoro de EE.UU., preveía la introducción de un tope de precios de entre 40 y 60 dólares por barril.
Anteriormente, el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió en referencia a dicho plan que Rusia no suministrará sus recursos a otras naciones si eso contraviene sus intereses económicos.
“No suministraremos nada en absoluto si va en contra de nuestros intereses, en este caso económicos. No suministraremos ni gas, ni petróleo, ni carbón, ni combustible, ni nada”, indicó el mandatario.