Las Delta Acuáridas del Sur y las Alfa Capricórnidas alcanzan su punto álgido esta semana. Las Perseidas, uno de los mejores espectáculos del año, también están llegando a su punto culminante.

Si te gusta trasnochar y contemplar el cielo nocturno, prepárate para un espectáculo doble: dos lluvias de estrellas alcanzan su punto álgido esta semana. Se trata de las Delta Acuáridas Australes y las Alfa Capricórnidas. Y por si no bastaran, una tercera, las Perseidas, se prepara para alcanzar su máximo a mediados de agosto y convertirse en la lluvia del verano.

Con toda esta actividad, se podría decir que es temporada de meteoros.

“Casi cualquier noche oscura y despejada se puede ver un buen número de meteoros”, dijo Peter Brown, físico de la Universidad de Ontario Occidental.

Las lluvias de estrellas o lluvias de meteoros se producen cuando la Tierra, en su trayecto alrededor del Sol, atraviesa los escombros que arrastra un cometa o un asteroide. Estos restos, que pueden ser tan pequeños como un grano de arena, dejan tras de sí una brillante corriente de luz al quemarse en la atmósfera terrestre.

Las lluvias se producen más o menos en la misma época cada año y pueden durar días o semanas, pero su punto álgido no dura mucho tiempo. Debido a que la Tierra atraviesa los campos de escombros de cometas que crean las Delta Acuáridas del Sur y las Alfa Capricórnidas más o menos al mismo tiempo, el punto álgido de ambas lluvias coincide cada año.

Las Delta Acuáridas del Sur, activas desde el 18 de julio aproximadamente, alcanzan su máximo en la noche del 29 al 30 de julio. Se ven mejor en el hemisferio sur, en la constelación de Acuario.

Las Alfa Capricórnidas, activas desde el 7 de julio, alcanzan su máximo entre el 30 y el 31 de julio y son visibles desde ambos hemisferios en la constelación de Capricornio.

Según Robert Lunsford, coordinador de informes sobre bólidos de la Sociedad Estadounidense de Meteoros, el mejor momento para observar las lluvias dobles es bien pasada la medianoche, cuando los puntos del cielo nocturno desde los que irradian están muy por encima del horizonte. La luz de la Luna, que estará llena en un 30 por ciento, puede ocultar parte del espectáculo. (La luz de la Luna afecta a la visibilidad de la misma forma que la contaminación lumínica, ocultando las fuentes de luz más débiles del cielo).

Tanto las Alfa Capricórnidas como las Delta Acuáridas del Sur parecerán originarse en la parte meridional del cielo, pero se puede saber de qué meteoro procede cada lluvia por sus características, explicó Lunsford. Las Alfa Capricórnidas son brillantes y lentas, y suelen durar varios segundos en el cielo. En cambio, los rayos de las Delta Acuáridas del Sur son más rápidos y débiles.

Aunque estas dos lluvias son las estrellas de esta semana, si miras hacia la parte norte del cielo también podrás ver los brillantes y veloces meteoros de las Perseidas, que proceden de la constelación de Perseo. Conocidas como una de las mejores lluvias del año, las Perseidas tienen su pico de mayor actividad en la noche entre el 11 y el 12 de agosto.

Eso las diferencia de las Delta Acuáridas del Sur y las Alfa Capricórnidas, cuyos picos son más bien mesetas. “En cualquier momento entre ahora y los primeros días de agosto, su actividad debería ser prácticamente la misma”, dijo Lunsford.

Las tres lluvias contribuirán a aumentar el número de meteoros observados en los próximos días.

Brown recomienda monitorear un medidor de bólidos que su universidad ayuda a producir; este muestra los niveles de actividad de los meteoros en tiempo real.

Cuando el ritmo alcanza unos 90 avistamientos por hora, dijo, “significa que es hora de ir a buscar meteoros”.

Hay consejos a tener en cuenta cuando se trata de ver lluvias de meteoros. Michelle Nichols, directora de observación pública del planetario Adler de Chicago, recomienda no utilizar telescopios o prismáticos.

“Solo necesitas tus ojos y, a ser posible, un cielo oscuro”, señaló.

Esto se debe a que los meteoros pueden pasar a través de grandes franjas del cielo, por lo que el equipo de observación puede limitar el campo de visión.

Algunas lluvias son lo bastante intensas como para producir por sí solas hasta 100 estelas por hora, aunque lo más probable es que no esté lo bastante oscuro como para ver tantas, así que ajusta tus expectativas.

“Casi todas las personas están bajo un cielo contaminado por la luz”, afirmó Nichols. “Puedes pensar que estás bajo un cielo oscuro, pero en realidad, incluso en una ciudad pequeña, puedes tener luces brillantes cerca”.

Los planetarios, los clubes locales de astronomía o incluso mapas como éste pueden ayudarte a saber dónde alejarte de la luz excesiva. Las mejores condiciones para ver una lluvia de estrellas son un cielo despejado, sin Luna ni nubes, entre la medianoche y el amanecer. Asegúrate de dar a tus ojos al menos 30 minutos para que se adapten a ver en la oscuridad.

Nichols también recomienda llevar varias capas de ropa, incluso en verano. “Vas a estar sentado allí un buen rato, mirando”, dijo. “Se va a poner un poco frio, incluso en agosto”.

Llévate una taza de chocolate o té para entrar aún más en calor. Después, siéntate, observa el cielo y disfruta del espectáculo.

Katrina Miller es periodista científica en el Times. Tiene un doctorado en física de partículas por la Universidad de Chicago. Más de Katrina Miller

 

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