Los arqueólogos creen que fue abandonada aproximadamente 200 años después de su construcción, posiblemente porque ya no se necesitaba para fines defensivos.
Un equipo de arqueólogos españoles descubrió accidentalmente las ruinas de una fortaleza del siglo V d. C. rodeada por un enorme muro defensivo en un espeso bosque del noroeste del país.
Los investigadores estaban buscando lo que creían que fuera un castro (poblado fortificado) de la Edad del Hierro cuando la tecnología LiDAR (sistema de escaneo, similar al radar, que utiliza pulsos de luz láser, en vez de ondas de radio) reveló la fortaleza del medioevo temprano.
Más que una fortificación
El sitio, llamado ‘Castro Valente’ (‘Fuerte Valiente’), se encuentra en el distrito de Padrón de la región de Galicia, 16 kilómetros al suroeste de la ciudad de Santiago de Compostela. La fortaleza está emplazada en la cima de una colina y cubre aproximadamente 10 hectáreas. Se pensaba que Castro Valente había sido construido después del siglo IX a.C. por un pueblo celta, llamado ‘Callaeci’ en latín, que vivía en lo que ahora es Galicia.
Mario Fernández-Pereiro, autor del estudio, comentó a LiveScience que la estructura consta de 30 torres y un muro defensivo de aproximadamente 1,2 km de largo. También indicó que, al parecer fue construida sobre una fortaleza anterior de la Edad del Hierro. Los expertos encontraron evidencia arqueológica de que la estructura enterrada era mucho más grande de lo que esperaban para un castro y que los métodos de construcción empleados no se usaban en la Edad del Hierro.
Un origen posromano
Las excavaciones “continuaron brindando datos que nos apuntan hacia una época de ocupación posromana, presumiblemente en la primera mitad del siglo V“, indicó Fernández-Pereiro a Live Science. Esto fue después de que el Imperio romano perdiera el control de la región cuando los pueblos germánicos invadieron España.
De hecho, el diseño, la construcción y los fragmentos de cerámica encontrados sugieren que fue construida por la población local para su defensa. “Entendemos que los poderes locales de Galicia necesitaban una herramienta para reafirmar y controlar el territorio en medio de este tránsito de la Antigüedad a la Alta Edad Media”, dijo el autor. La fortaleza parece haber sido abandonada aproximadamente 200 años después, posiblemente porque ya no se necesitaba.
