Nuestra paz mental casi no la valoramos. Cuando se pierde nos llenamos de tormentos. El estrés nos agobia. Las preocupaciones se adueñan de nuestra mente.
Recuperar la paz mental requiere cambios. Hay que pagar un precio para el cambio. Hay que revisar nuestras malas decisiones financieras y darle un nuevo giro a la vida. En ocasiones se debe redefinir relaciones abusivas y de explotación, enfrentar cambios que nos causan angustia solo de pensarlo.
El estrés descontrolado puede ser causa de quitarle la paz a alguien. El estrés puede dañar nuestras relaciones y nuestra salud. Resolver un grave estrés requiere sacrificios, cambios y asistencia profesional.
Debemos valorar la paz mental cuando la tenemos. Hay que tomar medidas para prevenir la angustia que daña nuestra vida y nuestras relaciones.