Un agente electrocutó a dos niños tras dispararles accidentalmente con una pistola táser luego de intentar ponerlos a salvo de una mujer que los tenía como rehenes a punta de cuchillo, informó el pasado viernes Oficina de Policía de Pittsburgh.
Según precisó la institución, los hechos sucedieron el 12 de septiembre en esa ciudad del estado de Pensilvania cuando un hombre detuvo a unos agentes en la calle y les dijo que su automóvil había sido robado por una mujer.
Tras encontrar al coche en las inmediaciones, la Policía localizó a la mujer, identificada como Gwendolyn Gilmore, de 48 años, en una calle cercana. La encontraron en cuclillas con un niño de 4 años sobre su espalda y con una menor de 10 sentada en el suelo.
Cuando los efectivos se acercaron, ella “blandió un cuchillo” y rodeó a los menores con los brazos y los acercó hacia ella, moviendo el cuchillo contra el cuello de la niña. Ambos serían sus hijos, aunque medios locales señalan que el pequeño sería el sobrino.
De acuerdo con los reportes, un oficial levantó un arma y le dijo a Gilmore que soltara la daga. Ante la negativa a cooperar por parte de la mujer, un agente disparó. “En el proceso, la niña de 10 años recibió un golpe accidental en la cabeza con una de las puntas de la pistola paralizante”, detalla el comunicado
Práctica policial bajo investigación
La niña tuvo una convulsión en el lugar y sufrió una pequeña laceración en el cuero cabelludo, por lo que fue llevada a un hospital. El niño también recibió una descarga en la pierna.
Gilmore fue arrestada, acusada de robo por apropiación ilegal, recepción de propiedad robada y poner en peligro el bienestar de los niños. Por su parte, las autoridades realizarán una “revisión exhaustiva de las tácticas de los agentes […] para garantizar que se utilizó una fuerza razonable”, informó el Departamento policial.