Desde la madrugada del sábado, disidentes de las extintas FARC y narcotraficantes mantienen fuertes choques por el control territorial.

Los enfrentamientos entre grupos armados ilegales en el resguardo Inda Sabaleta, que pertenece a la comunidad indígena Awá, en Tumaco, departamento de Nariño, dejaron al menos cinco muertos, dos heridos y dos desaparecidos.

Del total de fallecidos, uno pertenecía a la comunidad originaria, tres eran de los consejos comunitarios y uno no era habitante del lugar, explicó María Emilsen Angulo, alcaldesa de Tumaco, a la prensa.

Con respecto a los desaparecidos, uno de ellos tiene 19 años e integra el Consejo Comunitario La Brava y el otro no habita en ese territorio indígena.

“Impera el miedo”

En un inicio se difundió que 40 miembros del pueblo Awá habían sido secuestrados, pero Angulo desmintió esta información y aseveró que hasta ahora no hay pobladores desplazados en los pueblos vecinos de Llorente y Tumaco.

Sin embargo, el Colectivo de Abogados ‘José Alvear Restrepo’ en su página web asegura que esto no ha podido ser corroborado, debido a que hay temor en la población por posibles represalias de los grupos armados. “Impera el miedo y urge presencia humanitaria internacional“, dice el texto.

En un comunicado del Ejército, difundido en los medios, se explica que un grupo de militares se trasladó a la zona donde miembros del frente ‘Oliver Sinisterra’, de las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y ‘Los Contadores’, compuesto por narcotraficantes, se enfrentaban desde la madrugada del pasado sábado.

El comandante del Comando Conjunto Número 2 Suroccidente, Álvaro Vicente Pérez Durán, informó que sostuvieron un combate con una de las organizaciones armadas y que se realizó la incautación de material bélico, explosivos y pasta base de coca.

Dos adolescentes fueron rescatados

Por su parte, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) dio a conocer en un comunicado que dos adolescentes, uno de ellos de nacionalidad venezolana, fueron rescatados tras los enfrentamientos. A ambos se les dictaron medidas de protección.

Estos hechos ocurren un mes después de la masacre de tres miembros de esa comunidad indígena y del asesinato de nueve jóvenes en el municipio Samaniego de ese departamento.

El riesgo que corre el pueblo Awá ha sido reconocido por sistema judicial colombiano desde 2004, ante la violencia de grupos armados que generaron desplazamientos forzados y la presencia de cultivos ilícitos, que alcanzan unas 10.000 hectáreas.

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