Frente a la adversidad podemos elegir cómo vemos la situación y cómo podemos utilizar nuestra mente para interpretar de forma diferente o para ver la situación desde otra perspectiva. 

Ver el trabajo que aburre y cansa como un juego que divierte o estudiar con emoción la asignatura que menos me gusta. Esto es muy útil en la conducta humana. Lo llamamos reestructuración.  

Mark Twain en su Tom Sawyer muestra como el chico convierte un odioso trabajo de pintar una cerca en una fuente de regalos que le hicieron sus amigos. Ellos pagaron con regalos para disfrutar pintar la verja. 

“Tom se dijo que, al fin y al cabo, el mundo no era tan vacío. Había descubierto, sin saberlo, una gran ley de la actividad humana, a saber: que para que un hombre o un muchacho codicie una cosa, sólo es preciso que la cosa sea difícil de alcanzar. Si Tom hubiese sido un gran filósofo lleno de sabiduría, como el autor de este libro, hubiese comprendido ahora que el Trabajo consiste en lo que el hombre está obligado a hacer y que el juego consiste en lo que el hombre no está obligado a hacer”, Mark Twain.

El duro trabajo de blanquear una gran verja con yeso diluido en agua le arrebató a Tom la posibilidad de jugar al cumplir el duro mandato de su tía. Sin embargo, mostró frente a sus amigos que lo que hacía era interesante, a tal punto que le dieron diversos regalos para tener el derecho de pintar la valla. 

Nuestra vida requiere cambios de perspectivas e interpretaciones diferentes para salir de situaciones graves como las separaciones amorosas, las quiebras económicas, deudas personales, traiciones, enfermedad y hasta la muerte de amigos y seres queridos.

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