Sentirse con enojo, estar lleno de aburrimiento, vivir desanimado, estar alegre y ser optimista y ver un buen porvenir: son elecciones.
Es una decisión nuestra la forma en cómo interpretar los hechos y elegir como nos sentiremos.
He usado el término hecho y no realidad porque los hechos serían eventos a los cuales luego le agregamos una interpretación.
Los hechos serían la realidad tipo I y la interpretación que le damos a los hechos la Realidad tipo II.
No podemos cambiar los hechos, pero si podemos cambiar la interpretación que le damos a los hechos. De ahí que nuestros estados de ánimo dependen mucho de la interpretación que le damos a lo que nos ocurre y no los hechos o situaciones como creemos.
Somos nosotros los que elegimos cómo queremos sentirnos, debido a lo que interpretamos.
A veces comenzamos a creer que nadie nos quiere, que nadie nos ama y eso crea sentimientos de autocompasión con siguiente tristeza y depresión.
Debemos interpretar los hechos de tal forma que nuestro estado de ánimo no se afecte negativamente. Para vivir plenamente necesitamos la fe, el optimismo, la alegría y la capacidad de poder seguir viviendo a pesar de las circunstancias.
Debemos elegir que las cosas pueden cambiar para bien, y esa actitud nos ayudará a tener un buen estado de ánimo.