El amor conjuga compromiso, intimidad y pasión. Se debe construir partiendo de dos orígenes familiares diferentes y de creencias y cosmovisiones disímiles.
Afrontar el amor en el ciclo de la familia, exige ajustes en cada etapa: para que no se ahogue el deseo y la relación sea un espacio de crecimiento mutuo.
En las adversidades y en los errores se requerirá el arrepentimiento y el perdón, procurando una relación justa sin inequidad.
En algunas etapas, como en el Nido Vacío, es necesario reenamorarse, buscar los orígenes y cultivar una relación de respeto, manteniendo la pasión y el deseo sexual.