Las fobias nos asaltan y controlan nuestra vida. El miedo se va instaurando progresivamente en nosotros. Si le damos entrada, si le preparamos una habitación en nuestras vidas, no querrá irse. Se acomoda y nos hace sentir cómodos con él.

Cada vez que una situación nos provoca ansiedad y miedo buscaremos evadirlas. Esa comodidad que sentimos al aislarnos de la situación nos hace más unidos al miedo. Luego ese acompañante indeseado pero persuasivo nos puede  acorralar, nos aterroriza y no nos permite disfrutar la vida.

Nos alejamos de las situaciones que nos provocan miedo. Es posible que presentemos ataques de ansiedad y fobias sociales, En la cual nos alejamos de la gente o de situaciones sociales que requieren hablar en público o compartir con la gente en eventos y fiestas.

Los ataques de ansiedad pueden provocar síntomas físicos como taquicardia, aumento de la frecuencia respiratoria o sentirse con sensación de ahogo. Perciben algunas personas que tienen la presión arterial alta y otros se pueden inmovilizarse ante la situación que les causa ansiedad.

La Terapia es una alternativa adecuada para tratar estos casos. Cuando hay seguimiento del paciente a la terapia y se utilizan técnicas adecuadas, podría obtenerse un buen pronóstico.

Comparte la Noticia: