El Gobierno estima que al menos 1,1 millones, de los cerca de 11 millones que viven en el país, podrían acceder al programa.
Estados Unidos planea poner en marcha uno de los programas de regularización migratoria más grandes de su historia reciente, destinado a ofrecer estatus legal a cientos de miles de indocumentados que viven en el país.
El propósito principal de la propuesta, conocida como ‘Parole in Place’, es ofrecer permisos de trabajo y protección contra la deportación, así como abrir un camino legal hacia la obtención de una tarjeta de residencia y, posteriormente, a ser elegibles para comenzar el proceso de obtención de la ciudadanía, indicaron cuatro personas familiarizadas con el asunto al canal CBS News.
En concreto, estos beneficios pretenden cubrir a aquellas personas que ingresaron ilegalmente y están casados con un ciudadano estadounidense, pero llevan viviendo en el país al menos 10 años. De este modo, podrían evitar una sección de la ley que impide a los migrantes no autorizados obtener permisos de residencia sin salir del país.
El Gobierno estima que al menos 1,1 millones de inmigrantes irregulares, de los cerca de 11 millones que viven en el país, podrían acceder al programa, en el que la administración del presidente Joe Biden continúa trabajando antes de su implementación. En este sentido, el periódico The New York Times, citando a funcionarios con conocimiento de las discusiones, señala que no se ha tomado una decisión final sobre la propuesta y que la forma de sus políticas no está bien definida aún
En camino
El portavoz de la Casa Blanca, Angelo Fernández Hernández, se refirió recientemente al tema y aunque no confirmó ningún alivio migratorio próximo, subrayó que los funcionarios continúan “explorando una serie de opciones políticas” y que todos están “comprometidos a tomar medidas para abordar nuestro fallido sistema de inmigración”.
Se espera que esta y otras medidas migratorias sean anunciadas el próximo 18 de junio, durante un evento para conmemorar el 12.º aniversario del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), puesto en marcha por la administración de Barack Obama en el año 2012 para brindar protección a los inmigrantes irregulares que llegaron a EE.UU. siendo niños.
El permiso ‘Parole in Place’ existe hace más de una década en EE.UU. y se utilizó inicialmente para beneficiar a parientes inmediatos e indocumentados de militares (cónyuge, viuda, padres o hijos) que se encontraran en el país sin haber sido admitidos. De actualizarse la política y ampliarse sus beneficios, como pretende el Gobierno, podría convertirse en el programa de regularización más grande para indocumentados desde el DACA. Además, demostraría una mayor disposición por parte de Biden a tomar acciones ejecutivas en esta materia antes de las elecciones presidenciales de noviembre. Analistas consideran que, al mismo tiempo, esto mejoraría sus posibilidades de obtener más apoyo de los votantes latinos, especialmente aquellos con familias de estatus mixto que se beneficiarían de la medida.