Los productos lácteos se han convertido en un pilar fundamental de la dieta diaria en muchos hogares. El queso, con su variedad y versatilidad, es uno de los preferidos entre alimentos procesados que tienen la leche como materia prima.
Sin embargo, la falta de etiquetado adecuado y las deficiencias en las condiciones sanitarias para la producción de alimentos están obstaculizando el crecimiento de las pequeñas queserías nacionales. A pesar de la creciente demanda de productos lácteos en República Dominicana, la mayoría de las queserías producen con leche inferior al grado A. Esto representa un desafío para que puedan expandirse hacia nuevos mercados, tanto a nivel local como internacional.
Este escenario coloca a muchas micro, pequeñas y medianas queserías locales en desventaja frente a los productos importados, según informa el Consejo Nacional para la Reglamentación y Fomento de la Industria Lechera (Conaleche). Un ejemplo es el caso de Máximo González, productor de Puerto Plata, quien ha encontrado en la elaboración del famoso “queso de hoja” su sustento familiar.
“Es un negocio familiar. Esta familia depende de esto”, dijo González, quien agregó: “Conseguimos la leche con los ganaderos de la zona. Compramos unos 1,000 litros diarios destinados a la producción diaria, ya que vendemos el producto fresco para garantizar su calidad”. A pesar de sus esfuerzos, su quesería artesanal opera en la informalidad, al igual que muchas otras en el país.
Muchos pequeños procesadores utilizan métodos y materiales inadecuados, lo que representa un riesgo para la salud humana, según señala un estudio elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en 2017. Un panorama que aún persiste en la actualidad.
A pesar de esta situación, tanto el director ejecutivo de Conaleche, Miguel Laureano, como el presidente de la Asociación Dominicana de Productores de Leche, (Aproleche), Eric Rivero, muestran optimismo, destacando, por separado, el esfuerzo conjunto entre diferentes actores del sector lácteo para mejorar la calidad y seguridad en la producción de queso y otros derivados lácteos.
Al respecto, el presidente de la Asociación Dominicana de Procesadores de Lácteos y Derivados (Adoprolad), Darío Oleaga, señaló la necesidad de apoyo estatal para mejorar los estándares y condiciones negativas.
A nivel local, solo un pequeño porcentaje (17%) de 560 queserías cumplen con los estándares de calidad, procesamiento y manufactura, mientras que la mayoría enfrenta desafíos para adaptarse a las regulaciones establecidas, según una encuesta interna de Adoprolad. “Cerca del 80% de las queserías nacionales necesitan que el Estado vaya en su auxilio para mejorar los indicadores negativos”, subrayó Oleaga.
Agregó que 70% de las empresas que transforman la leche en queso están en la mira del Conaleche y Salud Pública para el mejoramiento. “En total solo hay 96 (empresas) adecuadas y posiblemente permitidas por la ley”, afirmó el también presidente de Queso Oleaga. Aunque destacó que unas 71 empresas compran diariamente 498,000 litros de leche, equivalente a unos RD$13 millones mensuales.
A nivel local, existen cuatro grandes: Pasteurizadora Rica, Nestlé, Sigma Alimentos (la antigua marca Sosúa) e Induveca, que procesan en conjunto más de 500,000 litros de leche nacional e importada por día. Dentro del grupo que demanda leche de calidad se encuentran también empresas medianas dedicadas a la producción de queso y yogur pasteurizado, como MilkAgro, propiedad del Grupo Mejía Arcalá, Geo, San Juan, Michel, Cambre, El Banilejo, Oleaga y Hacienda Agroindustrial Los Ángeles, de la familia Rondón, que procesa el tradicional queso Patrón de Oro y el yogurt Élite.
Para Oleaga los transformadores de leche, tanto para queso como yogur y dulces, son vitales dentro del sector de productos lácteos, debido a que compran entre el 65% y 70% de la producción nacional de leche. En tanto, Rivero sostuvo que anualmente se producen 850 millones de litros, equivalente al 70% del consumo nacional.
Etiquetado adecuado
“La Nordom 53 es un grito de los mismos ganaderos y de nosotros (los transformadores de leche) de que realmente el Estado dominicano haga cumplir la ley del etiquetado”, expresó Oleaga en relación con los requisitos del Etiquetado General de los Alimentos Previamente Envasados, establecidos en la Norma Dominicana Nordom 53.
Esta normativa, que cuenta con el respaldo del Instituto Dominicano para la Calidad (Indocal), es considerada crucial para garantizar la salud de los consumidores, ya que brinda las pautas que deben cumplir las etiquetas de todos los alimentos preenvasados en términos de listado de ingredientes, fechas de vencimiento, lotes, dirección de las fábricas, entre otros detalles.
productos lácteos nacionales e importados que se comercializan en el país, figura entre desafíos del sector. – elDinero/Massiel de Jesús.
Oleaga enfatizó la importancia de hacer cumplir esta ley “sui géneris”, la cual afecta a importadores, supermercados y muchas queserías locales y multinacionales que no cumplen con esa norma. Según sus palabras, su implementación no solo garantizará el cumplimiento de la normativa, sino que también protegerá la salud de todos los dominicanos.
“Cuando se aplique esa ley (etiquetado), inmediatamente el Estado va a cumplir con otra ley que es más fuerte que todas: la salubridad, que va a proteger la salud a cada uno de los dominicanos, ya sean niños, jóvenes, mujeres o envejecientes. Entonces, cuando se aplique esa ley, todo el mundo estará por la regla, todo el mundo tendrá una etiqueta que dirá quién lo hace, dónde está, qué dirección y hacia dónde nosotros tenemos que dirigirnos cumpliendo esa NORDOM 53”, puntualizó.
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Por su parte, el director ejecutivo de Conaleche destacó el trabajo conjunto con la Dirección General de Ganadería (Digega) y la Dirección General de Medicamentos, Alimentos y Productos Sanitarios (Digemaps) para supervisar las queserías nacionales en términos de buenas prácticas de manufactura y etiquetado, entre otros aspectos contemplados en la NORDOM 53. Además, resaltó el apoyo brindado a pequeños y medianos productores de queso en municipios como Guayubín y Santiago Rodríguez, donde se han otorgado financiamientos de un millón a cada una para mejorar la infraestructura y las prácticas de manufactura.
En cuanto a la calidad de leche en los centros de acopio, el Departamento Técnico Lácteo del Conaleche indicó que el pasado año ejecutaron 114 monitoreos a nivel nacional, con un total de 2,848 muestras y 25,001 análisis practicados. Esta labor representó una inversión de RD$15.5 millones, solo en analíticas.
De su lado, el titular de la Digemaps, Leandro Villanueva, informó que en 2023 la entidad realizó una evaluación específica del etiquetado de productos lácteos en las provincias de La Altagracia y La Romana. Los resultados de esta evaluación arrojaron un cumplimiento global del 65.8% con la NORDOM 53. Si bien este dato indica un avance positivo, subraya, que también evidencia la oportunidad de seguir trabajando para garantizar que todos los productos lácteos que se comercializan en el país cumplan con los estándares de calidad establecidos.
“En Digemaps estamos comprometidos con garantizar que todos los productos lácteos que se comercializan en República Dominicana cumplan con los más altos estándares de calidad y seguridad”, dijo Villanueva a elDinero. Agregó que “el etiquetado adecuado juega un papel fundamental en este objetivo”.
Esta entidad implementa acciones para regular y apoyar al sector quesero, incluyendo inspecciones periódicas en queserías, levantamiento de actas y notificaciones en caso de incumplimientos, operativos en el mercado y aplicación de sanciones en caso de infracciones graves o reincidentes. Todo esto, afirmó, con el objetivo de garantizar la calidad y seguridad de los productos lácteos.
“Consideramos que el adecuado etiquetado no es solo un desafío, sino una oportunidad para fortalecer la confianza de los consumidores, promover la transparencia en la industria, fomentar la competencia leal”, enfatizó el titular de Digemaps.
Los entrevistados coincidieron en la importancia del adecuado etiquetado, y demás normativas del Indocal, para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) dedicadas a la producción de queso. Regularizar estas empresas, aseguran, no solo les permitirá competir en el mercado local, sino que también las preparará para incursionar en el comercio internacional sin temor a una competencia desleal por parte de productos importados.
Mayor apoyo estatal
El estudio “Fortalecimiento de la cadena de valor de los lácteos en República Dominicana”, de la CEPAL resalta las dificultades de los queseros artesanales en República Dominicana, quienes enfrentan problemas con la calidad de la leche debido a malas prácticas de ordeño y transporte. Además, muchos no pueden costear la pasteurización y tratamiento de la leche para mejorar sus productos, y tienen obstáculos para obtener registros sanitarios, lo que dificulta exportar sus productos y acceder a asistencia técnica. La falta de estandarización, inspecciones inadecuadas y altos costos contribuyen a crear competencia desleal y limitan su acceso a créditos para expandir sus negocios.
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El sector quesero dominicano necesita apoyo estatal para superar sus retos, según Oleaga. Adoprolad propuso el proyecto “promequeso” al Gobierno, dirigido a mejorar las queserías mediante la adquisición de equipos. Oleaga destacó que a mediados de diciembre pasado el proyecto fue bien recibido por el presidente Luis Abinader. Asegura que la aprobación de este podría impulsar el desarrollo de las queserías nacionales. A pesar de esto, solo cerca del 10% del sector accede a préstamos estatales, evidenciando una urgente necesidad de apoyo en equipamiento e infraestructura.
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